Luis de la Fuente, Premio CEU Ángel Herrera ‘Ética y Valores’: “Estoy obligado a reconocer libremente que soy católico”

El seleccionador nacional absoluto de fútbol abre el Diploma Universitario de Experto en Liderazgo y Compromiso Cívico de CEU-CEFAS

El seleccionador de fútbol, Luis de la Fuente, en la Universidad CEU San Pablo

“Es una responsabilidad y la obligación decir abiertamente lo que uno piensa. En esa responsabilidad estoy obligado a reconocer libremente que soy católico y creo en Dios”. Con esta naturalidad, Luis de la Fuente ha hecho hoy confesión pública de su fe, en la inauguración en Madrid del Diploma Universitario de Experto en Liderazgo y Compromiso Cívico de CEU-CEFAS.



En el marco de un coloquio guiado por la directora del diploma, María San Gil, el seleccionador nacional absoluto de fútbol, no ha dudado en compartir ante un aforo completo en el aula magna de la Universidad CEU San Pablo que “entro de la diversidad que existe, quiero que me respeten y estar también ahí, no que me saquen fuera”. “Gracias a mi familia y la religión, no sé lo que es la soberbia, el egoísmo o el rencor”, reconoció el entrenador. Incluso, en algún momento dejó caer que “la casualidad es un pseudónimo de Dios cuando no quiere firmar”.

Dedicación y humildad

Durante el acto, San Gil ha desvelado además que De la Fuente es Premio CEU Ángel Herrera ‘Ética y Valores’, un galardón que concede anualmente la Fundación Universitaria San Pablo CEU. “El mejor de los halagos que he recibido es que soy de perfil bajo; he hecho mi propio camino a base de trabajo, dedicación y humildad”, correspondió el seleccionador.

El seleccionador de fútbol, Luis de la Fuente, en la Universidad CEU San Pablo

El seleccionador de fútbol, Luis de la Fuente, en la Universidad CEU San Pablo

Sobre el triunfo en la Eurocopa, admitió que “no habría logrado sin un equipo técnico y unos jugadores magníficos”. Eso sí, en materia de liderazgo subrayó que el secreto del éxito no está en trabajar con profesionales óptimos, sino con buenas personas. “Si gestionas buenas personas, que crean en ti, todo es más fácil”, apuntó. En este sentido, compartió además que “no creo en la jefatura, el orden de mando no me gusta. Entendí que no era la fórmula. El líder no impone, atrae”. “Yo intento liderar un grupo de personas de una manera democrática; aunque sea yo el que decide, escucho a todo el mundo y valoramos. Todos se sienten involucrados, con un buen ambiente”, apostilló.

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