El Aula Pablo VI acogió la 17ª Congregación General, el último encuentro formal de la segunda sesión de la 16ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en la tarde de este 26 de octubre, del Sínodo de la Sinodalidad que se cierra con la misa del domingo 27 de octubre de 2024. Tras las votaciones y la aprobación del documento final, con el retraso habitual de los finales de sínodo, el papa Francisco tomó la palabra en último lugar anunciando que no seguirá una exhortación apostólica postsinodal. Como es habitual, cada sínodo concluye con el canto del ‘Te Deum’, himno clásico de acción de gracias.
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La armonía en la diferencia
En su intervención, el pontífice destacó que con este documento se recogen los “frutos de años” de estar “a la escucha del Pueblo de Dios para comprender mejor como ser Iglesia sinodal”. Un documento que para el Papa es un “triple don” porque para el Obispo de Roma la escucha es una “necesidad” para cumplir la misión de custodiar el rebaño promoviendo “la armonía que el Espíritu difundo en la Iglesia de Dios” a pesar de las divisiones entre las comunidades.
“Todos en la esperanza, que no falte ninguno. Todos, todos, todos, ninguno fuera”, insiste el pontífice destacando la “armonía” de las diferencias como primer fruto de Pentecostés. Un “susurro” de amor que los cristianos están llamados a amplificar si “levantar muros”, que es un mal de “algunos hombres y mujeres de Iglesia” que “atan las manos al Dios misericordioso”, el “pecado de la rigidez”.
Ahora, señaló, habrá “decisiones que tomar”. También invitó a ser “testimonio de paz” en “tiempos de guerra”. El hecho de que haya “indicaciones muy concretas que sirvan de guía para las Iglesias de los distintos continentes” hace, anunció el Papa entre aplausos, que no se publique una exhortación apostólica papal. Destaca, además, que hay 10 grupos que deberán estudiar una serie de temas que se le confían con “estilo sinodal” no, alertó, “para posponer al infinito” las decisiones sino para que se hagan con oración y serenidad. “Por eso no pretendo publicar una “exhortación apostólica”, basta con lo que se ha aprobado. En el Documento hay ya indicaciones muy concretas que pueden ser una guía para la misión de las Iglesias, en los diversos continentes, en los diferentes contextos, por eso lo pongo ahora a disposición de todos, por eso he dicho que se publique. Quiero, de este modo, reconocer el valor del camino sinodal realizado, que con este Documento entrego al santo Pueblo fiel de Dios”, señaló ante la asamblea.
El documento es un “don a todo el pueblo fiel de Dios”, recalcó, pidiendo a todos que lo hagan accesible en las Iglesias locales y hacerlo leyéndolo en su conjunto. Es “un don que no podemos quedárnoslo nosotros mismos”, sino que debe ayudar a “caminar juntos sin condena del uno al otro”.
Mucho por recorrer
Por su parte, el presidente de la asamblea, el patriarca de Alejandría de los coptos católicos, Abraham Isaac Sidrak, tomó previamente la palabra y. destacó que “hemos vivido una excelente experiencia de sinodalidad, caracterizada por un gran compromiso, alegría, valentía y perseverancia, incluso en los momentos de fatiga y cansancio”. Para el prelado, “afrontamos con mayor conciencia el reto de transmitir y testimoniar con entusiasmo y alegría la experiencia vivida en estos días, de intercambio mutuo de los dones de nuestras Iglesias y familias, en una realidad y un contexto mundial difícil, a menudo contradictorio, sediento de sentido, de paz y de reconciliación”. Para él, “el camino que hemos emprendido juntos a lo largo de estos años nos ha hecho crecer y madurar, pero aún queda mucho por recorrer. El Espíritu Santo nos ha precedido en este viaje y nos ha acompañado, y es Él quien nos sorprenderá”.