El Papa ha recibido hoy en audiencia a los padres scalabrinianos
El papa Francisco ha recibido este lunes en audiencia a los Misioneros de San Carlos (scalabrinianos), con motivo de la celebración su XVI Capítulo General. Ha sido, además, tal como ha subrayado el Pontífice, una audiencia especialmente significativa ya que se da poco antes del Año Santo 2025, lo cual otorga un enfoque espiritual renovado a su misión en favor de los inmigrantes y refugiados, poblaciones que enfrentan grandes desafíos y que han estado en el centro de la vocación scalabriniana desde su fundación.
En este sentido, el Papa resaltó que estos misioneros han elegido inspirarse en el tema del jubileo, ‘Peregrinos de la esperanza’, un lema que refleja la dimensión espiritual que deben vivir y transmitir a quienes se encuentran desplazados en busca de un futuro mejor.
Durante su discurso, Francisco abordó tres partes fundamentales: los migrantes, la pastoral de la esperanza y la caridad. En primer lugar, resaltó que los migrantes representan un ejemplo de resiliencia y esperanza al buscar estabilidad para ellos y sus familias, a pesar de las adversidades.
Señaló, además, que los scalabrinianos están llamados a acompañar a los migrantes como “migrantes entre inmigrantes”, compartiendo su camino de vida y su lucha por un futuro digno. “La historia misma de la salvación es una historia de migrantes, de pueblos en movimiento”, enfatizó el Papa, recordando que esta experiencia humana está profundamente unida a la tradición de la Iglesia, que siempre ha tenido una vocación especial hacia los pobres y marginados.
A continuación, Francisco abordó la necesidad de una “pastoral de la esperanza” para quienes, además de enfrentar el desarraigo geográfico, se ven sumidos en una crisis existencial y en una profunda soledad. Así, explicó que el proceso migratorio puede convertirse en una oportunidad de crecimiento, pero advirtió que, sin el apoyo adecuado, muchos inmigrantes caen en la desesperación y el desaliento.
“Si queremos que no les falte la fuerza y resiliencia necesarias para continuar el camino emprendido, necesitamos a alguien que se incline sobre sus heridas”, afirmó, destacando la importancia de la empatía y de un acompañamiento pastoral que atienda no solo a sus necesidades materiales, sino también a su vulnerabilidad espiritual y psicológica.
Finalmente, el Papa destacó la importancia de la caridad en la labor de los scalabrinianos, recordando las palabras del fundador de la congregación, San Juan Bautista Scalabrini, quien afirmaba que “el mundo gime bajo el peso de grandes desgracias”. Francisco señaló que estas palabras siguen siendo actuales, pues las razones que impulsan a millones de personas a migrar, como las guerras y las desigualdades, continúan presentes en el mundo.
Asimismo, Francisco apuntó que a ello se suma la hostilidad y el rechazo que experimentan en los países de acogida, que ven a los migrantes como una amenaza para su estabilidad económica. En este contexto, pidió a los scalabrinianos que mantengan viva su vocación de acoger al forastero y de ser “peregrinos de la esperanza”, trabajando para que el Jubileo de 2025 inspire acciones de hospitalidad y compasión.