“La directiva de la Conferencia Episcopal no se reunía con el Papa desde el año 2019”, dijo el arzobispo de Concepción y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH), Sergio Pérez de Arce, al término de la reunión. Durante 45 minutos conversaron con el papa Francisco en la biblioteca del palacio apostólico.
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“Le contamos lo vivido en estos años, luego de la crisis eclesial que se manifestó con fuerza en el año 2018: el proceso de discernimiento eclesial y cómo hemos ido revisando el ámbito de nuestras relaciones al interior de la Iglesia y la búsqueda de estructuras más sinodales, para afrontar la crisis. Estos encuentros tienen sobre todo un carácter simbólico, de expresar la comunión con el Papa, pero también de dar cuenta, de compartir lo vivido”, informó Pérez de Arce.
La ‘misión Scicluna’
En 2018 estalló la crisis eclesial de los abusos en Chile, después de la visita de 3 días que hizo el Papa al país en enero de ese año. Al mes siguiente, llegaron a Chile el arzobispo Charles Scicluna y el sacerdote Jordi Bertomeu, quienes durante pocos días entrevistaron principalmente a víctimas de Fernando Karadima y, muchas veces no programadas, a otras personas dañadas por abusos clericales.
El 8 de abril el papa Francisco envía una carta a los obispos chilenos en la que dice: “Ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha “misión especial”, creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”.
Con esos antecedentes pide a los obispos, que estaban reunidos en asamblea plenaria, su “colaboración y asistencia en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile, con el objetivo de reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia”. En concreto, los convoca a Roma para dialogar sobre el tema. La reunión de 3 días, en mayo, incluyó que todos los obispos presentaron su renuncia al Papa.
Mirar de frente el conflicto
A fin de ese mes de mayo el Papa envía una “Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile”. En ella confiesa su reacción ante los informes y testimonios recibidos de la situación en Chile y señala que “hoy somos retados a mirar de frente, asumir y sufrir el conflicto, y así poder resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo caminar”.
Agrega la Carta al Pueblo de Dios que “el ‘nunca más’ a la cultura del abuso, así como al sistema de encubrimiento que le permite perpetuarse, exige trabajar entre todos para generar una cultura del cuidado que impregne nuestras formas de relacionarnos, de rezar, de pensar, de vivir la autoridad; nuestras costumbres y lenguajes y nuestra relación con el poder y el dinero”, expresa el Papa.
“Exhorto a todo el Santo Pueblo fiel de Dios que vive en Chile a no tener miedo de involucrarse y caminar impulsado por el Espíritu en la búsqueda de una Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora; menos abusiva porque sabe poner a Jesús en el centro, en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado”, llama el Papa en la parte final de su Carta.
Con estos hechos a la vista, el Comité Permanente del Episcopado chileno se entrevistó con el Papa Francisco en enero de 2019 para revisar “junto con el Papa, los acontecimientos de importancia en la Iglesia chilena del último año. Fue un diálogo bastante preciso y lúcido, con aportes del Papa muy importantes. Después le expusimos el camino que estamos siguiendo para este año y el próximo de discernimiento eclesial, para concluir el año 2020 con una asamblea eclesial”, explicó el obispo Fernando Ramos, secretario general de la CECh, en Roma.
Durante 3 horas, el Papa escuchó el relato de las actividades realizadas en los meses anteriores y lo que preparaban para el año que se iniciaba. Luego, los invitó a almorzar donde el diálogo continuó otras 2 horas.
Abordando los desafíos
Ahora, después de 5 años los representantes del Episcopado chileno se presentan ante el Papa para informarle de las acciones adoptadas. “Hemos hecho un camino en la prevención de abusos y es bueno que se conozca. Por otra parte, tenemos una misión en el Chile de hoy, con sus particularidades culturales, sociales y políticas, y compartimos con el Papa cómo estamos abordando los desafíos de esta misión, pues queremos ser una Iglesia presente en medio de esta realidad, que aporta su voz, su visión”, dijo el arzobispo secretario general de la CECh.
Por su parte, el arzobispo de La Serena, René Rebolledo, presidente de la CECh, agregó: “Tanto en la audiencia con el Santo Padre, como en aquellas sostenidas con sus colaboradores, nos hemos sentido muy escuchados y nos han animado a seguir adelante en el camino recorrido. Nos aprestamos a retornar al país, habiendo experimentado un acontecimiento extraordinario de comunión con el Papa y los organismos de la Santa Sede, de quienes hemos recibido orientaciones valiosas para nuestro ministerio episcopal. Sin duda que la crisis de los abusos ha estado presente en todas las instancias, reconociéndose los avances realizados, gracias al compromiso de muchas personas, entre otras, las que sirven en el Consejo Nacional de Prevención. Proseguiremos atentos a los desafíos que se presenten en estos delicados temas”.
Los obispos entregaron al Papa las nuevas orientaciones pastorales, un reciente documento sobre la migración, las orientaciones sobre la Integridad en el Servicio Eclesial y el libro “El Abuso sexual en contextos eclesiales. Análisis del caso chileno”, que contiene el resultado del estudio encargado al Centro Derecho y Religión, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal, trabajo que fue coordinado por la profesora Ana María Celis, presidenta de ese Consejo Nacional.