El Día de Difuntos más “real” en el epicentro de la DANA

ALFAFAR, 02/11/2024.- Destrozos en el cementerio de la localidad de Alfafar, en Valencia, este

Ha sido un Día de Difuntos muy real, un día en el que ha resonado mucho aquello que nos dice el Señor en el Evangelio: ‘Estad siempre dispuestos y preparados porque no sabéis ni el día ni la hora’”. Es la reflexión que comparte Salvador Pastor, párroco de Nuestra Señora de Gracia en La Torre, una de las pedanías de Valencia más castigadas por el mayor desastre natural que ha azotado España.



“Se ha cumplido literalmente la Palabra del Señor, ese ‘estad vigilantes’”, comenta en medio del reparto de ayuda en el templo, que se ha convertido en el epicentro de la solidaridad ciudadana que se distribuye por todo el sur de la capital del Turia.

Con las familias

En esta jornada de duelo por los fallecidos, Pastor tiene especialmente presente a quienes han perdido la vida en la riada, que ya superan los 200 según los últimos datos oficiales, a los que se suman los centenares de desaparecidos. “He tenido la oportunidad de saludar a alguna de las familias y de hacerme presente con ellos”, explica el presbítero. “Esta tragedia es especialmente dura porque de un momento a otro se generó una sensación de robo, de haberte arrancado a una persona que quieres de manera inesperada y dramática”, añade. Desde su experiencia como sacerdote apunta que “los duelos llevan su tiempo” y eso exige “acompañar espiritualmente a cada persona en cada uno de los procesos”.

“Me hubiera gustado poder celebrar ya algún funeral, pero toca atender lo inmediato y las circunstancias están impidiendo dar ese paso”, explica, consciente además de que, salvo el templo en sí, el resto de las instalaciones de la parroquia no se pueden utilizar por los daños provocados por el temporal. “Ya convocaremos los funerales en condiciones en la parroquia, porque es un deseo que está en nuestro corazón”, apostilla.

ALFAFAR, 02/11/2024.- Destrozos en el cementerio de la localidad de Alfafar, en Valencia, este

Destrozos en el cementerio de la localidad de Alfafar, en Valencia, este sábado. EFE/ Kai Försterling

Pastor reconoce que en estos días ha podido dormir, pero hoy por hoy no se siente especialmente cansado, “porque hay que estar al servicio, como lo está todo el mundo”. “Cada día trae su propio afán, me levanto temprano cada mañana y me dispongo a responder al pie del cañón a las necesidades que vayan surgiendo y a apoyar al grupo de voluntarios que están sacando adelante todo el reparto de ayuda”, subraya.

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