Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito, dio sus condolencias: “En estos momentos de dolor y esperanza en la resurrección nos unimos al dolor de su familia”
Un triste final para Enrique Arcos Sevilla, dado por desaparecido desde el 30 de octubre de 2024. Según informó la Fiscalía el clérigo fue hallado sin vida este 4 de noviembre, con signos de tortura, en el sector de Panzaleo, en Salcedo (Cotopaxi), a 125 km de la capital Quito.
El cura, de 53 años, fue visto por última vez en la ciudadela Cristóbal Colón, en Ambato, donde era párroco. Conducía un carro KIA rojo con placas TBK-4069. Desde entonces se alertó a las autoridades de su desaparición.
Las investigaciones siguen su curso para dar con las causas y los responsables. Fue encontrado de manos atadas. La Fiscalía hizo 20 allanamientos por este caso y están tras la pista del vehículo en el que se movilizaba Arcos.
Jorge Giovanny Pazmiño, obispo de Ambato, ha expresado su pesar y condolencias a la familia del sacerdote, toda vez que agradeció “las incontables muestras de solidaridad en los últimos días”.
También Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito, dio sus condolencias: “En estos momentos de dolor y esperanza en la resurrección nos unimos al dolor de su familia, de su obispo, del clero y de toda la Diócesis de Ambato”.
Arcos, incardinado en Ambato, 26 años como sacerdote. Su último servicio pastoral lo hizo en la parroquia San Roque de Huachi Chico, ubicada en el sur de esta diócesis. Era muy apreciado por la feligresía.