De regreso a la Casa Santa Marta desde la Universidad Gregoriana donde esta mañana se reunió con la comunidad académica este martes, 5 de noviembre, el papa Francisco ha hecho un pequeño desvío hacia el centro de Roma. En concreto, hacia la casa de Emma Bonino, exministra italiana de Asuntos Exteriores, quien, a sus 76 años, era dada de alta a finales del pasado mes de octubre del centro sanitario donde estaba hospitalizada.
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Tal como recoge Vatican News, Bonino había sido ingresada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Santo Spirito de Roma el 17 de octubre a causa de dificultades respiratorias. Una semana después, fue trasladada a un centro privado de la capital y en los últimos días regresó a su casa, donde hoy ha sido visitada por el Pontífice. A su salida, el Papa, fue abordado por algunos curiosos que le preguntaron cómo había encontrado a Bonino, a lo que respondió que “muy bien”.
Sorpresa y emoción
“Esta mañana, con enorme sorpresa y llena de emoción, Su Santidad me ha realizado una visita muy agradable. Siempre emerge el extraordinario aspecto humano del papa Francisco”, ha explicado Bonino en Instagram. “Me llamó mucho la atención la fuerza y la comprensión que me mostró su típico saludo piamontés, debido a nuestros orígenes comunes. Y que me haya dicho que era un ejemplo de libertad y de resistencia me llenó de alegría”.
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Francisco y Emma Bonino se han encontrado varias veces en el pasado. La primera vez fue en 2015, cuando la exministra de Asuntos Exteriores participó en la audiencia general de los miércoles en el Aula Pablo VI. En noviembre de 2016, el Pontífice la recibió en una audiencia privada. La Oficina de Prensa del Vaticano informó entonces que “la conversación se centró sobre todo en los temas de los flujos migratorios, la acogida de los migrantes y su integración”.
