El obispo auxiliar de Getafe apadrina la jornada de formación sobre atención a los consagrados mayores organizada por la Conferencia Episcopal, CONFER y UMAS
El obispo auxiliar de Getafe, José María Avendaño, está convencido de que “ante otras realidades que nuestro mundo y nuestra sociedad facilita y posibilita, como la eutanasia, la Iglesia nos presenta la realidad de los cuidados paliativos”. Así lo manifestó Avendaño en la jornada de formación ‘Cuidando con ética y ternura’ sobre la atención a los consagrados mayores, organizada por la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, el Área Sociosanitaria de CONFER y UMAS.
Avendaño, que es el prelado responsable de acompañar a los religiosos españoles, participó en la mesa de apertura de este foro llamado ‘Aula U+’, en el que también tomaron la palabra María José Tuñón, directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, y el secretario general de CONFER, Jesús Miguel Zamora. Junto a ellos, Eduardo Basagoiti, director general de UMAS y Santiago Portas, director de Instituciones Religiosas y Tercer Sector de Banco Sabadell. Entre los ponentes más destacados de la jornada, José Carlos Bermejo y Rosa Ruiz, del Centro de Humanización de la Salud de los Religiosos Camilos. En el acto se rezó y se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la DANA.
Para Jose María Avendaño, “los que somos discípulos misioneros y testigos del Señor Resucitado no tenemos más remedio que ser fieles al Maestro que es compasión y es ternura”. Con este punto de partida, subrayó cómo Jesús de Nazaret se relacionaba con los enfermos y excluidos, poniendo como ejemplo la cercanía con la suegra de Pedro.
“Ese acariciar a un mayor, una mirada benévola da entender que el hermano no sobra en la comunidad sino que es el signo de Dios vivo de esta familia”, trasladó a la actualidad. Desde ahí, instó a los consagrados presentes a “estar cerca”. Desde ahí, invitó a los presentes a “reforzar los cuidados a los mayores, no desde cualquier ética, sino desde la ternura de Jesús”.
Por su parte, Jesús Miguel Zamora ahondó en la necesidad de que la atención a los mayores “no es un sentimiento pueril, sino que nace de lo hondo”. “Es Dios mismo el que se hace real a través de las personas que cuidan y alientan frente a una situación de dolor, limitación o extenuación”, remarcó. Justo después, subrayó “el cuidado no se hace de cualquier manera, ni como un funcionario, ni como alguien que le va en el sueldo”. Por ello, sentenció que “la ternura no es ñoñería, sino dignidad y respeto ante la persona doliente”.
En su turno de intervención, Eduardo Basagoiti compartió la necesidad de apoyar “a las personas que cuidan del otro en el día a día” desde los servicios que ofrece UMAS. “Los cuidados paliativos son fundamentales para todos y cada uno”, destacó en primera persona. Santiago Portas reivindicó “el cuidado, respeto y dignidad de los mayores” desde una concepción integral, que incluye la necesidad de una banca ética. “Estas jornadas son posibles gracias a las sinergias, a la ayuda y a la colaboración de tanta gente”, agradeció Tuñón como cierre.