En los primeros días tras las inundaciones que convulsionaron el litoral este y dejaron 217 víctimas entre Mira (Cuenca), Letur (Albacete) y Valencia, concentrando esta provincia en decenas de pueblos la práctica totalidad de los afectados, la solidaridad de los españoles se manifestó en el envío masivo de bienes de primera necesidad, como ropa y comida. Ahora, siguen siendo necesarias cosas como las botas de agua, elementales para la recogida del barro, pero ante todo hay una urgencia: las aportaciones económicas.
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Así lo enfatiza a Vida Nueva Rosa García Fernández de Sevilla, directora de Cáritas Albacete y presidenta de Cáritas Castilla-La Mancha. Hablamos con ella justo después de que ayer estuviera presente “en el entierro de Antonia, una de las víctimas de Letur”. Mientras aún hay tres desaparecidos “que se están buscando por el pantano” y justo hoy se han localizado los restos de un tercer fallecido, “ella apareció a 12 kilómetros de distancia de donde se perdió su rastro…”. Algo terrible, pues “estamos ante una mujer muy querida por todos. Se había jubilado hacía unos años y había vuelto al pueblo, estando muy involucrada en todo tipo de actividades, incluidas las parroquiales”.
Coordinación de las fuerzas presentes
Pese a la “conmoción” y la “tristeza” del momento, esta laica valora “que toda la atención en Mira y Letur se está organizando muy bien, resaltando la unidad”. En el caso de la población albaceteña, “las familias están muy bien atendidas por la Cáritas parroquial, con un papel encomiable del párroco, Ignacio Requena. Ayuda que sea un municipio pequeño y que todos se conozcan, pero es de valorar la coordinación entre todas las fuerzas presentes, como la UME, Protección Civil, Cruz Roja (que ofrece un acompañamiento psicológico indispensable) y la Administración, trabajando nosotros codo con codo con todos ellos”.
Tomando las instalaciones del colegio local como centro base, “las voluntarias de Cáritas están entregadas en la cocina, preparando comidas para las familias afectadas y para los miembros del dispositivo de ayuda”.
Anima a visitar el pueblo
De cara al futuro, García cree que llega lo peor: “Va a costar mucho salir adelante. Por eso animo a la gente a que, cuando todo esto pase, vaya a Letur, un pueblo turístico y realmente bonito, y quiera comprar en sus tiendas y comer en sus bares”. Incluido “el nuestro, ‘El Búho’, en el que hay muchas personas dentro de un programa de inserción laboral”. Por el momento, “no hemos podido acceder a él y no sabemos qué nos vamos a encontrar, pero la zona en la que se sitúa está muy afectada”.
De ahí su reclamación inicial: “Desde el primer día, la solidaridad ha sido tremenda y tanto a nosotros como a Cáritas Valencia nos han llegado toneladas de ropa y alimentos… Pero ya estamos colapsados y el que nos lleguen tráilers con esta ayuda material supone incluso un problema para nosotros, pues no tenemos dónde almacenarlo”.
Nada en especie
Por eso, “pido a la gente que confíe en Cáritas y no nos manden nada en especie. Hay que tener tranquilidad y saber que, lo que se necesite, se pedirá. Ahora, el mejor modo de colaborar es apoyando con fondos económicos la campaña impulsada por Cáritas Española para esta emergencia. Con ese dinero, en una segunda fase, podremos apoyar a las familias a recuperarse. Se trata de acompañar del mejor modo a quienes han perdido su casa, sus electrodomésticos, su trabajo o su coche. Desde ese sentido solidario, pero bien canalizado, podremos apoyarles para salir adelante”.
La responsable manchega de Cáritas remata su mensaje apelando a otra cosa básica: “Necesitamos estar unidos. Y la oración, esa es esencial”.
Para la ayuda a Cáritas en la emergencia por las inundaciones, las donaciones son a través de estas cuentas:
Caixabank ES7821005731790200511750
Santander ES4500491892642110553738
Sabadell ES5400810216700002187226
BIZUM 00089