El arzobispo de Madrid tras la DANA: “Aunque se digan muchas cosas, en el fondo somos buena gente y eso se ha constatado”

“Desde el primer momento, estábamos en contacto directo con Valencia y coordinándonos con ellos para que supieran que no estaban solos”, ha declarado el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, durante una entrevista en Telemadrid este viernes, 8 de noviembre, en el día previo a la celebración de la Virgen de la Almudena, patrona de la ciudad.

• WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

“Hay parroquias de Madrid que están en contacto con las de Valencia para apoyar a las familias y a los entornos parroquiales”, ha subrayado el purpurado, recordando, además, que el domingo, 24 de noviembre, se hará una colecta especial en toda España.

“Hay muchísimos jóvenes que nos preguntan cómo poder ayudar […] aunque se digan muchas cosas, en el fondo somos buena gente y eso se ha constatado”, ha subrayado el cardenal José Cobo. “La gente saca lo mejor de sí mismo, su bondad, en estas situaciones, porque si hay un vecino que lo pasa mal hay que ayudar”.

La juventud, “en primera fila”

Sobre la celebración de La Almudena, el arzobispo ha asegurado que se va a hacer un guiño “a los damnificados por la DANA y a Valencia, es una sensación del pueblo de Dios y yo creo que también la Virgen llevará algo que recuerde esta tragedia”.

Recordando la Vigilia de los jóvenes que tendrá lugar este viernes, el cardenal ha subrayado que, como cada año, “la catedral se nos queda pequeña y eso significa que hay una sed muy grande de espiritualidad y de búsqueda”. “A la juventud hay que ponerlos en primera fila y lo hemos visto estos días en Valencia”, ha insistido, ya que “tienen una capacidad grande de respuesta y tienen un potencial enorme. Nuestra responsabilidad es darles autonomía”.

Por último, el arzobispo de Madrid ha hecho un pequeño balance de su primer año en el cargo: “Ha sido intensísimo. La Iglesia en Madrid tiene una vitalidad enorme. Hay sed de espiritualidad y la Iglesia tiene la capacidad de canalizarlo”.