El nuncio en España, Bernardito Auza, visitó ayer algunas de las localidades afectadas por la DANA que ha dejado tras de sí más de doscientos fallecidos y miles de damnificados. Una semana después de la riada letal, el diplomático filipino acompañó al arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, en su visita a las localidades de Pedralba y Chiva para conocer de primer mano el alcance de la tragedia entre las comunidades parroquiales afectadas. En esta jornada, Benavent también estuvo acompañado de los dos obispos auxiliares electos, Fernando Ramón y Arturo Javier García.
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Desde allí, el embajador vaticano compartió que se encuentra “muy impresionado por la situación, la cantidad de bienes perdidos, pero es importante que se han salvado también muchas vidas”. “Las catástrofes son siempre muy difíciles de llevar”, reflexionó, a la vez que se mostró convencido de que, “con la solidaridad de todos, creo que Valencia puede superar todos estos desafíos”.
Oraciones por las víctimas
Auza visibilizó con su presencia la cercanía del Papa a través de un escrito: “En nombre del Santo Padre quiero trasladar su ánimo, asegurar sus oraciones por los que han perdido la vida y su solidaridad con los que han perdido los bienes”.
“En nombre del Santo Padre, el Papa Francisco, saludo de afecto y bendición apostólica en este momento de dolor y de pérdida de vidas y de bienes. El Papa asegura a todos sus oraciones y agradece a todos la solidaridad”, añadió el nuncio.