Los prelados bolivianos han revalidado la gestión de Aurelio Pesoa, titular de Beni, al frente del Episcopado, en su 115.ª asamblea, tras reelegirlo como presidente para el periodo 2024-2027.
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Pesoa es un religioso franciscano de 62 años. Nació en Santa Cruz de la Sierra el 10 de octubre de 1962. Hizo su profesión de religiosa en 1988 y fue ordenado sacerdote en 1989. En 2014, fue ordenado obispo auxiliar de La Paz hasta que en 2020 fue asignado a Beni.
En 2015, fue elegido secretario general de la Conferencia de obispos. Desde 2021, lleva las riendas de esta entidad, por lo que ha agradecido a sus hermanos por “la confianza depositada” por lo que se comprometió a seguir guiando las riendas de la Iglesia boliviana “con determinación y fe”.
Junto con Pesoa han designado a Percy Galván Flores, arzobispo de La Paz, como vicepresidente y han ratificado a Giovanni Arana, obispo de El Alto, en la secretaría general.
Liderazgos comprometidos
Los obispos bolivianos iniciaron la edición 115 este 7 de noviembre. Tienen previsto culminar este 12 de noviembre con su exhortación pastoral. Señalaron que buscan revitalizar la misión de la Iglesia en medio de una situación país compleja por la polarización política.
Seguirán revisando su estructura en los días restantes para asegurar un liderazgo comprometido ante los desafíos de Bolivia. Además quieren seguir profundizando en el camino sinodal.
Al respecto, Pesoa recordó que el el “camino sinodal” ha revivido la posibilidad de “lograr una Iglesia, según el corazón de Cristo, más corresponsable, abierta a la acción del Espíritu Santo, en la que nos escuchemos unos a otros”.
Foto: Conferencia episcopal boliviana