El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha hecho público un mensaje con motivo del la Jornada Mundial de la Pesca
Ante la celebración, el próximo 21 de noviembre, de la Jornada Mundial de la Pesca, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ha hecho público un mensaje en el que recuerda que esta jornada es “una ocasión especial para profundizar nuestra relación con la ‘hermana agua’ y con el desarrollo humano integral”.
“El trabajo de los pescadores, uno de los más antiguos de la humanidad, ha cambiado significativamente en muchas partes de nuestro planeta”, lamenta Czerny en su mensaje. “Se puede decir que las heridas infligidas a nuestra casa común por un modelo económico agresivo y divisivo afectan de manera directa la vida y el futuro de millones de seres humanos que viven de la pesca”.
Y es que, tal como apunta el cardenal, “los tradicionales equilibrios entre el trabajo humano y la naturaleza han sido alterados por la implementación de tecnologías y modalidades depredadoras en pos de ganancias que benefician a una minoría cada vez más influyente y poderosa, despreocupada por los efectos, a medio y largo plazo, de esa forma de explotación que mata”.
En este sentido, la Iglesia “participa de las alegrías y esperanzas, pero también de las tristezas y angustias de una humanidad llamada, en este momento histórico, a redescubrir la fraternidad como dimensión social y política, y la cultura del encuentro como alternativa a la globalización de la indiferencia”.
Por lo tanto, los cristianos, subraya el purpurado, “no pueden hacerse desentenderse cuando ven que ecosistemas enteros son amenazados por modos de trabajo que los devastan, empobreciendo hasta el hambre las poblaciones ya golpeadas por desigualdades y conflictos”.
De esta manera, el cardenal ha recordado que “es posible conseguir un desarrollo tecnológico que refuerce la dignidad y la seguridad del trabajo, restableciendo los justos equilibrios entre las personas, el trabajo y el medio ambiente”.
“Asimismo, los legisladores pueden desligarse de los grandes intereses de unos pocos”, concluye, “para intervenir en favor de pequeñas comunidades, empresas familiares y organizaciones de pescadores que, con las debidas garantías, están en condiciones de contribuir más directa y eficazmente al bien común”.