Vaticano

El papa Francisco exalta la “relación única de María con la Trinidad”

El Pontífice dedica la audiencia general de este miércoles a la Madre de Jesús, portadora de “una carta de Cristo compuesta por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo”





El papa Francisco valoró el papel de la Virgen como “discípula del Espíritu Santo” y “la relación única de María con la Trinidad” en su exhortación catequética durante la audiencia general celebrada este miércoles, 13 de noviembre. El Pontífice desgranó el protagonismo capital de la Virgen como “la madre que nos lleva de la mano hacia Jesús” en la decimotercera catequesis de la serie titulada ‘Espíritu Santo y su esposa’. “En la tradición católica siempre hay este dicho ‘a Jesús para María o por María’“, continuó Jorge María Bergoglio, pues consideró que la madre de Cristo es uno de los medios que utiliza el Espíritu Santo para llevarnos a Jesús, parafraseando al teólogo y sacerdote Heribert Mühlen.



Un instrumento de santificación de la obra de Dios“, especificó, para agregar palabras de San Francisco de Asís en las que considera a María “hija y esclava del Altísimo Rey el Padre celestial, madre del santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo”. “¡Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu Santo! No se puede ilustrar con en palabras más simples, la relación única de María con la Trinidad”, espetó Bergoglio.

El vicario de Cristo argumentó que la Virgen empuja a la comunidad cristiana a decir sí a Dios con su ejemplo e intercesión, “cada vez que nos encontramos ante una obediencia que cumplir o una prueba que superar”. En ese sentido, apostilló, en palabras del exégeta Schürmann, que el “Aquí estoy” y el “fiat” mariano representan “la culminación de todo comportamiento religioso ante Dios, ya que ella expresa, del modo más elevado, la disponibilidad pasiva combinada con disponibilidad activa. disposición, el vacío más profundo que acompaña a la mayor plenitud”.

Vínculo único e indestructible

Al establecerse “un vínculo único y eternamente indestructible entre el Espíritu Santo y la madre de Jesús, concebido por obra del primero y nacido de la segunda”, según palabras del Credo, el pontífice citó a los Hechos de los Apóstoles (1,14) para poner a María como el centro alrededor del cuál los discípulos estaban reunidos en la Ascensión de Jesús al cielo.

En dicha relación, Bergoglio estableció, citando a Lucas el evangelista, una correspondencia en los mensajes entre la venida del Espíritu Santo en María durante la Anunciación y su venida sobre los discípulos en Pentecostés.

Por un lado, explicó que María dijo a Dios: “Aquí estoy, soy una tabla para escribir: que el Escritor escriba lo que quiera, haga de mí lo que el Señor de todos quiere“. Precisamente por eso, puede ser “conocida y leída por todos los hombres (…) incluso por aquellos que no saben leer libros de teología, por aquellos ‘pequeños’ a quienes Jesús dice que los misterios del Reino, ocultos a los sabios, son revelados”, agregó. Por otro, recuperó la definición paulina de la comunidad como “una carta de Cristo compuesta por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo, no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones humanos”.

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