Los obispos muestran también su satisfacción y se sienten deseosos de su visita al país
Como es habitual, el plenario de obispos reunidos en El Cenáculo, ya finalizando la 125° Asamblea, quiso comunicarse con el papa Francisco para compartir con él la renovación de autoridades de la Iglesia argentina.
Con la firma de los miembros de la nueva Comisión Ejecutiva enviaron su saludo al Pontífice y le aseguraron que este proceso eleccionario se vivió con espíritu sinodal y fraterno.
Le agradecieron el Sínodo de la Sinodalidad “que ahora nos interpela a transmitirlo, a hacerlo accesible a nuestro pueblo, y a encarnarlo en gestos concretos de servicio”, afirmaron.
Reconocieron como un “regalazo” la encíclica Dilexit nos. Le aseguraron que tiene para ellos un aire a nuestra tierra, de familia, además de destacar la autoría en parte del jesuita Diego Fares (filósofo y teólogo muy cercano a Bergoglio) “lo que les significa una verdadera caricia al corazón”.
Los obispos señalaron que justamente caricia y ternura es lo que necesitan experimentar ellos para transmitir a la gente, muy golpeada por la pobreza, la inseguridad, la falta de trabajo, la incertidumbre. Aunque estimaron que los más sencillos, más vulnerados, más olvidados, son verdaderos maestros y maestras de esperanza, de “ir para adelante”.
Con respecto a su visita al país, le aseguraron que están siempre abiertos y deseosos de su visita. Le prometen rezar por él y le piden su bendición para la nueva Comisión Ejecutiva y para todos los obispos “que, aunque frágiles, queremos servir mejor a nuestra Iglesia que peregrina en Argentina”.
Los obispos concluyeron su carta informándole este viernes visitarán la Basílica de Luján para agradecerle a la Virgen y pedirle su maternal protección.