España

Un incendio en una residencia en Villafranca de Ebro deja 10 muertos: “Eran los primeros de Dios”

  • El párroco del pueblo zaragozano, Ignacio Laguna, relata a ‘Vida Nueva’ cómo ofrece consuelo a las familias
  • El arzobispo, Carlos Escribano, comparte su “profundo dolor” en este momento tan duro





En la madrugada de este 15 de noviembre, la desgracia se ha cebado con la localidad zaragozana de Villafranca de Ebro y un incendio en su residencia de ancianos ha dejado 10 víctimas mortales y varios heridos, dos de ellos en estado crítico. Al tratarse de un centro especializado en salud mental y demencias de diverso grado, también hay personas de no muy avanzada edad entre sus internos. Aunque por el momento no se ha identificado públicamente a ningún fallecido.



Vida Nueva ha podido contactar con el párroco del municipio, Ignacio Laguna, al frente de la iglesia de San Miguel Arcángel y que tenía mucha relación con el personal y los internos de la residencia: “Hay algunos que, por su situación, no pueden salir, pero muchos otros sí tienen autorización y hacen bastante vida en el pueblo. Algunos frecuentan la parroquia y con otros tengo también contacto a través de sus familiares, que me piden que hable con ellos en determinadas circunstancias”.

Ven la mano de Dios

En este sentido, simboliza esa entrega en uno de los fallecidos: “Era una persona con una demencia senil. En su día, fue una eminencia en lo suyo y hoy era alguien absolutamente amable y bueno, pura ternura. Le acompañaban para ir a misa y, especialmente en las últimas semanas, mucha gente se volcó con él a la hora de estar con él. Ahora, ante lo que ha ocurrido, no puedo evitar pensar que, cuando Dios quiere algo, sale solo… Y también lo siente así la propia familia, con la que he hablado esta mañana y que está muy agradecida al tener claro que a este hombre se le ha cuidado con mucho cariño y al que han sido muchas manos las que le han acompañado a comulgar. Lo sienten como algo impresionante y en lo que ven la mano de Dios”.

El sacerdote detalla que, “en las últimas horas, he podido hablar con la mayoría de las familias y, pese al enorme dolor, muchas sienten consuelo. Algunas, en lo humano, sabiendo que los suyos han sido personas que se han sentido muy queridas aquí. Y, otras, también en la fe, en la propia y en la de sus seres queridos”.

Con la ‘hermana muerte’

Él mismo lo está viviendo así: “Como sacerdote, al tener cada vez más contacto con la muerte, la veo cada vez más como san Francisco de Asís cuando hablaba de la ‘hermana muerte’. Cuesta explicarlo, pero siento cómo, si Dios se vuelca con todas las personas, con las que afrontan el momento de la muerte se deshace por completo en ellas. Hay una conexión interior muy especial. Y, en el caso de los que hoy han muerto, afectados por enfermedades mentales, ahí veo a los niños de Dios. Sin duda, para Él son los primeros. Personas únicas, que nunca han hecho nada malo a nadie”.

Un sentimiento que Laguna hace extensible al conjunto de la parroquia, que se ha volcado: “A primera hora de la mañana, la sacristana del templo lo ha abierto y ha puesto una vela frente al altar. Poco a poco, muchas de las familias han ido entrando… Son horas muy difíciles, pero percibes cómo esta presencia desde la fe es buena para ellos”.

Abiertos a todo

Por ello, el párroco reitera que “nos ofrecemos a todo lo que haga falta para estar con las familias. A cualquier iniciativa del ayuntamiento o del signo que sea. También con los trabajadores de la residencia, que se que están sufriendo mucho con lo que ha pasado. Y, a nivel ritual, estamos abiertos a todo. Como sé que entre las víctimas había algún creyente no católico, he ofrecido que participemos en una oración interreligiosa. Pero será lo que quieran las familias”.

El Arzobispado de Zaragoza ha emitido un comunicado en el que se manifiesta el dolor de su pastor, Carlos Escribano, que “expresa su más sentido pésame a las familias y amigos de las víctimas, así como a toda la comunidad de la residencia”. Así, “en estos momentos de profundo dolor, nos unimos en oración por el eterno descanso de los fallecidos y elevamos nuestras súplicas para que Dios conceda consuelo y fortaleza a los heridos y a todos aquellos afectados por esta tragedia”. “Unidos en oración, elevemos nuestras plegarias por todos los afectados”, cierra el mensaje.

Fotos del luto en el pueblo y en la parroquia donadas a Vida Nueva por el sacerdote Ignacio Laguna.

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