El abad benedictino de Múnich, Johannes Eckert, da un paso al frente para solicitar la ordenación sacerdotal femenina. “Veo una gran necesidad de reformas para las mujeres, especialmente en los monasterios”, espetó, en declaraciones al Süddeutsche Zeitung. “¿Por qué no debería poder presidir la Eucaristía? ¿O administrar la unción de los enfermos a una hermana al final de su vida?“, continuó, abundando en la posibilidad de que escuchasen confesión.
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El religioso incidió en que la situación actual puede generar decepción o pérdida de la paciencia entre las mujeres de Iglesia, y concretó que la institución deberá responder por no reconocer sus carismas y talentos.
Eckert abogó por eximir del celibato a los sacerdotes para que elijan libremente si estar solos o formar una familia, pues esta forma de vida “también da fuerza”. No obstante, mantuvo que aquel que entre en un monasterio debe comprometerse con el celibato, pues entronca con la decisión libre de unirse a una comunidad.
El abad señaló al Estado como responsable de abordar los abusos. “Hemos tenido un sistema durante décadas que no era correcto y ahora tienes que solucionarlo tú mismo. ¿Cómo se supone que funciona? Por eso creo que esta sugerencia de que se trata de una tarea estatal es muy correcta“, aseguró. A juicio del abad, el abuso como un problema de la sociedad en su conjunto que debía abordarse de manera más transparente, asumiendo responsabilidades.
