El presidente de la Conferencia Episcopal presenta el Congreso Nacional de Vocaciones que se celebrará en febrero en Madrid
Cuenta atrás para el Congreso Nacional de Vocaciones que la Iglesia española celebrará entre el 7 y 9 de febrero en el Madrid Arena y en el que está previsto que participen 3.500 personas de las diferentes realidades eclesiales, desde movimientos a congregación pasando por diócesis, desde sacerdotes a religiosos, pasando por los laicos. El encuentro se celebrará bajo el lema ‘¿Para quién soy yo?’.
En un encuentro con los medios de comunicación celebrado esta mañana, el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, expuso que este congreso pretende presentar “la propuesta de la vida como vocación”. “El asunto es la vida como vocación no es solo de la Iglesia, es comprensión de la vida, es necesario que los jóvenes, y todos en general, se pregunten más para quién soy yo”, añadió Argüello, que también es el responsable del responsable del Servicio de Pastoral Vocacional.
“En la Iglesia hay una buena salud en el voluntariado, como se puede ver en los catequistas, en Cáritas… El salto necesario también en la vida social es pasar del voluntariado al compromiso de por vida”, apuntó el arzobispo. A la vez, apuntó que “la vocación con mayor crisis hoy en España es el matrimonio”, sin reducir su preocupación por la vida consagrada y el sacerdocio. “Porque la vocación al matrimonio pone en juego con fuerza la antropología: somos personas varón y mujer, la diferencia sexual es una cuestión de magnitud en el mundo de hoy”, remarcó.
“Hoy una pastoral de la opción o una pastoral de los valores es claramente insuficiente”, alertó Argüello que apostó por una “pastoral de la obediencia, a la que solo se puede responder cuando se es libre”.
“Al querer traspasar los muros de nuestra Iglesia, tenemos un desafío”, admitió el presidente de los obispos sobre el reto que supone anunciar “la belleza atractiva” del Evangelio en medio de la sociedad. De la misma manera, reconoció que “en este momento hay mucha inquietud en búsqueda de espiritualidades” que habría que buscar cómo encauzar.
Preguntado por la necesidad de una formación antiabusos en las vocaciones sacerdotales, Argüello comentó que “la Iglesia española aprobó hace tres años un plan de formación en el que se recoge, al abordar los aspectos de la formación humana, alguna de estas cuestiones”.
Por su parte, Raúl Tinajero, que también participó en el encuentro con los medios, profundizó en el desarrollo del congreso, donde las ponencias y las eucaristías se complementará con 64 experiencias, talleres y testimonios. Luis Manuel Romero, secretario de este del Servicio de Pastoral Vocacional este congreso “supone reactualizar de nuevo” el Concilio Vaticano II y el magisterio del papa Francisco.
Romero detalló que la ponencia inicial será fruto de un trabajo colectivo que presentarán el jesuita Alfonso Alonso Lasheras y Ana Samboal. A partir de ahí, los participantes ahondarán en cuatro itinerarios en los que se abordará, entre otras cuestiones, la importancia de la Palabra de Dios, la necesidad de formación, así como “la influencia de la ideología de género a la hora de que los jóvenes se planteen su vocación”.
Para el sacerdote, uno de los frutos de este congreso debería ser la creación de “servicios de pastoral diocesano donde se promueva la vida como vocación”. Además, puso en valor que para favorecer la implicación de los más jóvenes, el 30% de los participantes de cada institución debe ser menor de 35 años. “Ojalá el congreso ayude a que los jóvenes se pregunte su vida como vocación, que hay un sueño de Dios para ellos”, apuntó Romero.