El obispo de San Cristóbal de Las Casas considera que “en lugar de legislar en favor de prácticas que atenten contra la vida humana” se deben implementar políticas que apoyen a las mujeres
El obispo de San Cristóbal de Las Casas y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Tuxtla, Rodrigo Aguilar Martínez, se pronunció en torno a la modificación, por parte de legisladores, al párrafo cuarto del artículo 4 de la Constitución Política del estado de Chiapas, con lo cual se elimina el candado que impedía despenalizar el aborto en esa entidad.
Consideró que con esa modificación constitucional se vulnerará el derecho a la vida, lo cual “representa una grave contradicción ética y jurídica”, pues “pretender fundamentar derechos humanos mientras se niega el derecho primario a la vida, constituye una incoherencia que deslegitima el orden normativo”.
En ese sentido, recordó que el Estado tiene la responsabilidad de proteger a todos sus ciudadanos, especialmente a los más indefensos, por lo que “en lugar de legislar en favor de prácticas que atenten contra la vida humana”, se deberían “implementar políticas públicas que apoyen a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad, brindar acompañamiento integral y promover una cultura de la vida y de la solidaridad”.
En un mensaje dirigido a los creyentes, a las autoridades civiles y a toda la sociedad chiapaneca, expresó que la dignidad de la persona humana no es otorgada por el Estado, sino que le es inherente, por ser creada a imagen y semejanza de Dios.
“Este principio es inalienable, irrenunciable y anterior a cualquier ordenamiento jurídico. Por ello, toda ley debe respetar y promover esta dignidad, especialmente en su expresión más vulnerable: la vida humana en sus etapas iniciales y finales”.
Destacó que la doctrina de la Iglesia sostiene que la vida humana comienza en el momento de la concepción y debe ser protegida hasta su término natural, lo que “se sustenta no solo desde la fe, sino también desde la razón y la ciencia experimental”.
Por ello, “afirmamos que el embrión no es un ‘potencial humano’, sino una persona humana en un desarrollo continuo e ininterrumpido desde que la célula masculina: el espermatozoide, se une con la célula femenina: el óvulo, y dan lugar al cigoto: una nueva persona humana portadora de una dignidad inviolable y titular de derechos fundamentales, entre ellos, el derecho a la vida”, explicó.
Para el obispo, “no podemos callar frente a una legislación que, bajo el pretexto de garantizar ‘derechos reproductivos’, ignora los derechos del ser humano más frágil. Legislar a favor de la muerte, es contraria a todo bienestar de la persona, por ello debe ser rechazada, aunque esté legislada, como lo señala el Concilio Vaticano II, ‘Lo que es legal no siempre es moral'”.
El obispo, en representación de la Arquidiócesis de Tuxtla de la que es administrador, reafirmó el compromiso de la Iglesia de defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.
Hizo también un llamado a las autoridades civiles a reconocer que toda vida humana es digna de ser protegida, sin excepciones ni condiciones, e invitó a todos los fieles a ser promotores de una cultura de la vida, “mediante el testimonio, la oración y la acción concreta en favor de quienes más lo necesitan”.
También se dirigió a los legisladores responsables de esta modificación: “les recordamos que sus decisiones tienen repercusiones no solo legales, sino también éticas y espirituales. Les invito a reflexionar profundamente sobre la responsabilidad que han asumido y a considerar el daño que esta ley puede causar al tejido moral de nuestra sociedad”.
Nuestra misión -concluyó- “no es solo proteger la vida humana, sino también anunciar el Evangelio del amor, que es capaz de transformar los corazones y construir una sociedad justa y solidaria”.
Cabe mencionar que también en el estado de Zacatecas, este 20 de noviembre fue aprobada la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación, con 21 votos a favor y 6 en contra.
Actualmente, son 14 los estados en los que está despenalizado el aborto hasta las 12 semanas de gestación, aunque en cada uno de ellos está regulado de diferente manera: Ciudad de México, Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Baja California, Baja California Sur, Veracruz, Quintana Roo, Colima, Sinaloa, Coahuila, Aguascalientes, Puebla y Zacatecas.