El Pontífice ha recibido esta mañana a los jueces eclesiásticos: “Ni justicia sin caridad, ni caridad sin justicia”
“Estáis llamados a amar la justicia, la caridad y la verdad, y a comprometeros cada día a ponerlas en práctica en vuestro trabajo de canonistas y en todas las tareas que realizáis al servicio de los fieles”. Con estas palabras, el papa Francisco se dirigió hoy en el Palacio Apostólico Vaticano, a los participantes en el Curso de Formación promovido por el Tribunal de la Rota Romana sobre el tema ‘Ministerium Iustitiae et Caritatis in Veritate’
Para Jorge Mario Bergoglio “los desafíos jurídico-pastorales que conciernen al matrimonio y a la familia” son “un campo apostólico vasto, complejo y delicado, al que es necesario dedicar energía y entusiasmo”. Aterrizando, en las normas vigentes sobre los procesos matrimoniales, sentenció que “no pueden interpretarse como si, en la búsqueda diligente de proximidad y celeridad, implicaran un debilitamiento de las exigencias de justicia”.
“Ni justicia sin caridad, ni caridad sin justicia”, insistió a los jueces eclesiásticos, que recordó que “en ninguna comunidad humana, y menos aún en la Iglesia, basta respetar los derechos: es necesario ir más allá, con el impulso de la caridad, buscando el bien del otro mediante el don generoso de la propia existencia”.
“Hay que evitar una justicia fría que sea meramente distributiva sin ir más allá, es decir, sin misericordia”, remarcaría más tarde, de la misma manera que apuntó que “tampoco se puede hipotetizar la caridad sin justicia”.
A la par, animó a los que le escuchaban a no dejarse llevar por “el mero cumplimiento de formalidades”, sino por “un delicado reconocimiento de lo que constituye un verdadero derecho de la persona en la Iglesia”. Para Francisco, “la caridad no disuelve la justicia, no relativiza los derechos”, de la misma manera que “en nombre del amor, no se puede descuidar lo que es el deber de la justicia”.
En cualquier caso, enfatizó que “la armonía entre la caridad y la justicia se ilumina en su referencia común a la verdad”. “La Iglesia confía mucho en vosotros, como artífices de justicia y de caridad en la verdad”, remató en su discurso en un gesto de respaldo a quienes le escuchaban.