El Pontífice preside la oración mariana en la Plaza de San Pedro coincidiendo con la Jornada Mundial de la Juventud
En el marco del rezo del ángelus de hoy, el Papa Francisco tuvo presente a los dos mártires beatificados ayer en Barcelona, el sacerdote Gaietà Clausellas y el laico Antoni Tort, a quienes presentó como “testimonios ejemplares de Cristo” y para los que pidió un aplauso. El pontífice estuvo acompañado en los palacios apostólicos por dos jóvenes coreanos en un gesto para visibilizar que la Iglesia católica de Corea del Sur ha tomado la Cruz que es el símbolo de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en el país asiático en 2027.
Además, el Pontífice compartió su preocupación por las guerras de Ucrania, de Gaza y Myanmar, reivindicando en este último país “un diálogo sincero e inclusivo para asegurar la paz a todos”.
Junto a estas cuestiones de actualidad, Francisco compartió una breve meditación con motivo de la solemnidad de Cristo Rey. Obispo de Roma explicó ante los fieles presentes en la plaza de San Pedro que “Jesús es rey por ser testigo” y “siervo de todos”. Para el Papa “el poder real de Jesús, Verbo encarnado, está en su palabra verdadera y eficaz, que transforma el mundo”.
“El mundo del que Jesús es rey rescata la creación arruinada por el mal con la fuerza del amor divino”, detalló el Papa. Dejando los papeles a un lado, Francisco subrayó que “Jesús libera, perdona siempre, no se cansa nunca de perdonar, da paz y justicia”.
A partir de ahí, lanzó algunas preguntas para generar una reflexión entre sus interlocutores: “¿Puedo decir que Jesús es mi “rey”? ¿En qué sentido? ¿Su Palabra es mi guía, mi certeza? ¿Veo en Él el rostro misericordioso de Dios hacia mí y hacia cada hermano y hermana?”.