Se cumplen cinco años de la muerte de Lolo Rico y cuarenta del estreno de su gran obra televisiva, ‘La bola de cristal’. El documental ‘Los poderes de Lolo’ nos descubre a una mujer adelantada a su tiempo, moderna y valiente, a través de los recuerdos de su familia y de quienes trabajaron con ella. Dirigido por Miguel Alba Rico, Nino Fontán e Itziar Bernaola, nos permite rememorar a una creadora y una obra que hicieron historia.
PREGUNTA.- “Solo no puedo, con amigos sí” o “Dile al coco que piense un poco” fomentaban la lectura y la amistad, y animaban a los niños a tener espíritu crítico…
Nino Fontán (N): Fue uno más de los muchos aciertos del programa. Eran mensajes que hacían pensar y calaban en los niños y adolescentes que lo veían. Era el espíritu del programa, que lo hizo grande y memorable 40 años después de su nacimiento.
¿Crio ‘La bola’ una generación crítica… o no?
Miguel Alba Rico (M): Sin duda, a varias generaciones. Con el documental nos hemos dado cuenta de qué llegó a gente que ahora tiene desde 40 a 65 años. Si son críticas o no, mi madre lo expresa muy bien en el documental: “’La bola’ tuvo mucho que decir y lo dijo, y hubo quien tenía ganas de escuchar y escuchó”.
P.- Hacedme un ‘spoiler’, ¿cuáles son los poderes de Lolo, a los que alude vuestro trabajo?
N.- Ante todo, su creatividad e imaginación, pero también tenía otros poderes como la persuasión, la valentía y el poder de atracción. Uno de los participantes en el documental la define como una bruja; en cierto modo, fue una visionaria. (…)
P.- ¿Esta cinta llega para dar su sitio justo a Lolo?
N.- Ese era nuestro objetivo y creo que lo hemos conseguido. Lolo fue opacada por el éxito de ‘La bola’ y este documental permite que la gente pueda conocerla mejor.
P.- Aunque huyó del Opus, ¿fue una mujer espiritual, de fe…?
M.- Fue una mujer unida a su educación. A lo largo de su vida, fue fiel a su espiritualidad, que era la imaginación y cualquier mundo que ella pudiera crear, y cuando la edad le hizo bajar la guardia, retornó parte de esa educación.