El cardenal arzobispo de Madrid preside un desayuno informativo en el que presenta la Academia Internacional de Líderes Católicos
El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, defendió esta mañana la necesidad de “hacer una ‘buena política, como dice el Papa, y que pasa por la necesidad de revertir la desafección y un peligroso escepticismo hacia lo público incentivando la participación de los ciudadanos y, sobre todo, buscando implicar a nuestros jóvenes en la construcción de un futuro que les afecta muy directamente”.
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española presidió esta mañana un desayuno en el que presentó las principales líneas de acción de la Archidiócesis en materia de sensibilización y formación social y política, con la puesta de largo de la Academia de Líderes Católicos.
Eso sí, Cobo matizó que “la Iglesia no quiere quitar el protagonismo a nadie, ni queremos apropiarnos de espacios que no son nuestros, pero sí podemos apoyar las iniciativas para que tengan fuerza multiplicadora”. Para ello, estableció unas coordenadas de diálogo con la sociedad y el ámbito político: “Confianza mutua, espíritu de lealtad y auténtica unidad en el intercambio de dones y puntos de vista”.
El cardenal reivindicó “espacios de encuentro para dialogar, escucharnos y crecer en fraternidad para cultivar la amistad social y la unidad”. Cobo planteó “una unidad respetuosa con la diversidad de carismas y modos de contemplar las cosas, pero al mismo tiempo enlazada con vínculos efectivos”. Frente a la “confrontación” y el “descarte”, apostó por poner en marcha “espacios imprescindibles para la convivencia y necesarios para que la Buena Noticia que queremos compartir con nuestra gente resulte creíble”.
Remitiéndose al informe Foessa de Cáritas, el purpurado alertó del fenómeno de “la gran desvinculación”: “Estamos desreligados porque Dios resulta prescindible y estamos desvinculados de nuestra relación con nosotros mismos y nuestras personas”, comentó Cobo, que junto después denunció un contexto de “desarraigo que nos hace huérfanos y sin raíces, desafiliados de nuestros ancestros, desafectados de todo y desnortados en suma y viviendo una ética de mínimos sin máximos consensuados”. A la par, denunció la actual situación de “amnesia histórica” que nos lleva a estar “huérfanos y sin raíces”. Como antídoto, presentó los valores del Sínodo, desde su apuesta por promover las relaciones y los vínculos.
En su intervención, Cobo redobló la apuesta de la Archidiócesis de Madrid para “acoger con gusto la colaboración de la Academia Internacional de Líderes Católicos con una vocación que habrá que ir desplegando sin prisa pero sin pausa”. En esta misma línea, el cardenal explicó que “nuestra archidiócesis quiere seguir ponderando el proyecto de un espacio de animación del liderazgo y la vocación política desde las claves del encuentro y el dialogo”. Además recordó que “no partimos de cero”, sino que Madrid cuenta ya con un proyecto formativo y de encuentro de políticos y jóvenes implicados en la vida política.
Preguntado por la polarización en la Iglesia, “hay virus sociales que se nos pegan porque no somos extraterrestres”. Frente a ello, subrayó que la Iglesia tiene anclajes como “la eucaristía “ y la “reconciliación” que permiten buscar cauces de diálogo “en la diversidad”. “Tenemos que buscar y promover espacios que sean lugares de encuentro entre diferentes”, señaló. En este sentido, apreció que “Dios nos ha creado diversos y eso es un postulado básico, no nos encerremos en esa diversidad sino que promovamos el diálogo”.
En el transcurso del desayuno, intervino el director de la Academia de Líderes Católicos, José Antonio Rosas, que presentó las líneas generales de esta plataforma con presencia consolidada en Europa y América y que acaba de aterriza en África, a través de una nueva sede en Malabo. En su repaso a la realidad de la Academia, ahondó en los programas de formación que buscan “promover el compromiso de católicos, especialmente, jóvenes que entren en la política, formar para el liderazgo y apostar por la cultura del encuentro”.
“Uno puede ser católico en la izquierda, en la derecha y en el centro”, defendió Rosas, que subrayó cómo la Iglesia es hoy “un espacio para el diálogo, el encuentro y la diversidad.
Carmen Sánchez Carazo, ex concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, presentó el foro de políticos de diversas tendencias promovida por el Arzobispado de Madrid, un espacio de reflexión que se reúne cada quince días. “A este espacio no venimos a vender ningún programa político ni constituimos un grupo de presión de ningún signo, participamos a título estrictamente personal que nos abre la puerta a dialogar en libertad”, señaló. “Contrariamente a lo que pudiera pensarse, el consenso es relativamente fácil”, añadió. Fruto de este trabajo es un manifiesto que espera ver la luz el próximo mes de diciembre.
Sánchez Carazo hizo hincapié en la necesidad de promover la cultura del encuentro desde los principios marcados por la sinodalidad con el fin de “despojarnos de las propias razones para escuchar empáticamente lo que el otro dice”. “El Sínodo se ha atrevido a plantear un ministerio eclesial de la escucha”, ratificó.
Por su parte, Laura Moreno, delegada de Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Madrid, incidió en el compromiso de formar a los jóvenes “en una escuela que viva la amistad social y busque el bien común” para “ofrecer experiencias, espacios, procesos, que los liberen de cualquier proceso de narcotización y esclavitud, como dice el Papa”. Para ello, propuso poner en marcha un “trabajo conjunto, apoyarnos unos a otros sin diluirnos”.