La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aclaró que no existe un ‘rito maya’ o una ‘misa maya‘; esto, ante las confusiones suscitadas luego de que el 8 de noviembre de 2024 el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos firmara oficialmente la ‘recognitio’, es decir, la aprobación de algunas adaptaciones litúrgicas para la celebración de la eucaristía de las etnias tseltal, tsotsil, ch’ol, tojolabal y zoque, en la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, en el estado de Chiapas.
El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de esa diócesis e impulsor de dichas adaptaciones, asegura que hay un desconocimiento de la liturgia y de la cultura milenaria de las etnias indígenas, y dejó en claro que en las adaptaciones aprobadas por el Vaticano “nada es pagano ni contrario a la fe católica”.
En su artículo semanal difundido en diferentes medios de comunicación, el cardenal Arizmendi señaló que, a raíz de que el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dio el reconocimiento oficial a algunas adaptaciones litúrgicas en pueblos originarios de Chiapas, se han suscitado diferentes reacciones.
El cardenal Arizmendi puso como ejemplo lo publicado por el sitio LifeSiteNews, que dice: “El Vaticano aprobó el rito maya de la misa. Dios les perdone por eliminar la misa Tridentina, la misa de los apóstoles y de todos los santos para introducir sus ritos paganos y satánicos”.
“La Agencia Informativa Católica de Argentina (AICA) titula su nota: Vaticano: luz verde al ‘rito maya’ de la misa para comunidades indígenas de Chiapas”.
Incluso ZENIT -continúa Arizmendi– “la muy prestigiada y muy confiable agencia noticiosa desde Roma, dice: Vaticano aprueba ‘misa maya'”.
“Alguien me escribió: La misa es el sacrificio del Señor Jesús ofrecido al Padre. Si se introducen invocaciones de otras entidades, como son espíritus diabólicos (los dioses paganos son eso), ya no se está celebrando solo para el Señor, por tanto, cambia el contenido. No es secundario que se introduzca un culto pagano en una misa… ¿Las danzas rituales mayas no son invocaciones de espíritus paganos?… Ya en los jardines vaticanos celebraron un rito pagano…”.
El cardenal mexicano afirma que todas esas reacciones reflejan desconocimiento de la liturgia y de la cultura milenaria de estas etnias indígenas, pues -añade- “en las adaptaciones aprobadas nada es pagano ni contrario a la fe católica. Los tradicionalistas querrían que nada se cambiara en la misa y que se conservara el rito romano como se acostumbraba antes del Concilio Vaticano II, pero ni Jesús ni los apóstoles celebraron con ese Misal tridentino; éste es apenas del Siglo XVI”.
En la última Cena -comenta Arizmendi- “Jesús celebró la primera misa, llamada fracción del pan, con varios ritos al estilo judío; él les dio plenitud. Es el mejor ejemplo de inculturación, con signos rituales judíos. Instituyó la Eucaristía no en latín, sino en arameo, que era el idioma de aquellos con quienes vivió ese momento. El pan que usó no era como nuestras hostias, que parecen obleas y que son verdadero pan; cambia la forma, no la sustancia”.
Recordó también que los ortodoxos católicos celebran válidamente la misa en una forma cultural “diferente a la nuestra, y su Eucaristía es perfectamente válida; no se les puede exigir que celebren como nosotros. Lo fundamental no cambia: hay Palabra de Dios, consagración de pan y vino, asamblea y un ministro ordenado que preside”.
“No constituyen un nuevo rito ni una modificación sustancial de la estructura de la Misa”, apuntó.
El cardenal Arizmendi dio a conocer que, ante las confusiones existentes, la CEM, “de acuerdo con el respectivo Dicasterio, emitió esta nota aclaratoria”:
Ante diversas interpretaciones difundidas sobre las recientes adaptaciones al Ordinario de la Misa aprobadas por el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, considera necesario realizar las siguientes precisiones:
Alcance de la aprobación: tales adaptaciones han sido aprobadas exclusivamente para las comunidades tseltal, tsotsil, ch’ol, tojolabal y zoque, y no para otras comunidades de fieles no pertenecientes a dichos pueblos originarios. Se trata de adaptaciones de uso facultativo al Ordinario de la Misa del Rito Romano. No constituyen un nuevo rito ni una modificación sustancial de la estructura de la Misa del Misal Romano. No existe un ‘rito maya’ o una ‘misa maya’.
Adaptaciones aprobadas: Las tres adaptaciones autorizadas se limitan a: a) El ministerio del Principal: Es una persona reconocida en la comunidad que colabora en momentos específicos de oración comunitaria, a modo de monitor. Actúa siempre bajo la invitación del sacerdote que preside la celebración. Invita a la asamblea a orar en voz alta en algunos momentos de la celebración. No asume en ningún momento la presidencia de la celebración eucarística. b) El ministerio de la incensación: se realiza en los momentos previstos por el Misal Romano. Incorpora el uso tradicional del incienso propio de las comunidades. Es designado por el obispo diocesano. c) Oración de la asamblea moderada por el Principal: Bajo la presidencia del sacerdote, el Principal invita a la asamblea a orar en voz alta, presentando a Dios sus intenciones personales y comunitarias. La asamblea puede permanecer de pie o de rodillas. Se realiza solamente en alguno de estos tres momentos de la Misa: al inicio de la Misa, después del saludo; durante la oración de los fieles; en la acción de gracias, después de la comunión; en este caso, esta oración puede realizarse con movimiento corporal acompañado de música propia. No se trata de una danza ritual, sino de balanceos rítmicos del cuerpo.
Aclaraciones importantes: es necesario precisar que no se ha aprobado ningún ‘rito maya’, danzas rituales durante la celebración, altar maya, oraciones a los puntos cardinales, cesión de la presidencia litúrgica a personas laicas.
Contexto de las adaptaciones: estas adaptaciones son el resultado de un cuidadoso proceso de discernimiento diocesano, el estudio y aprobación por parte de la CEM, la recognitio del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el respeto tanto a la naturaleza de la liturgia como a las expresiones culturales legítimas.
Implementación: las adaptaciones, que son facultativas, serán implementadas gradualmente. Se proporcionará la formación necesaria a sacerdotes y agentes pastorales. Se mantendrá un seguimiento pastoral de su aplicación.
En la nota aclaratoria, la CEM reitera su “compromiso con la auténtica inculturación de la liturgia, siempre en comunión con la Iglesia universal y bajo la guía del Magisterio”.
El cardenal Arizmendi añadió una precisión: “Se insiste en que no se han aprobado danzas rituales; sin embargo, el ritual autorizado por Roma dice, en la descripción de las adaptaciones, que después de la Comunión: ‘Se puede hacer la acción de gracias con movimiento corporal’ (426). ‘Todos, de pie en su lugar, oran en silencio con un movimiento pendular rítmico’ (427). La misma frase se usa en el No. 138 del ritual aprobado”.
Aunque en el ritual -sostiene Arizmendi- “no se usa la palabra danzas, sin embargo, así se les conoce tanto en Chiapas como en otros pueblos. No son bailes populares folclóricos. Y no hay que tener reticencias para usar esa palabra, pues la usa el mismo Dicasterio en su Instrucción La liturgia Romana y la Inculturación (Varietates legitimae) del año 1994: ‘En algunos pueblos, el canto se acompaña de palmas instintivamente, balanceo rítmico y danza por parte de los participantes. Tales formas de expresión externa pueden tener un lugar en las acciones litúrgicas de estos pueblos, a condición de que son siempre expresión de la verdadera oración comunitaria de adoración, alabanza, ofrenda y ruego, y no sólo una actuación’ (42)”.
Sostiene que “a ello nos invita el papa Francisco en Querida Amazonia: ‘Recoger en la liturgia muchos elementos propios de la experiencia de los indígenas en su íntimo contacto con la naturaleza y estimular expresiones autóctonas en cantos, danzas, ritos, gestos y símbolos'”. (82).
El cardenal concluyó con su convicción de seguir “adelante en el proceso de inculturación de la liturgia, siempre fieles a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia, para que nuestros pueblos vivan su fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo también en sus formas culturales, siendo fieles hijos de la Iglesia Católica”.
Y añade: “Es grave la advertencia que hace el papa Francisco: ‘Las Iglesias particulares deben fomentar activamente formas, al menos incipientes, de inculturación. Si dejamos que las dudas y temores sofoquen toda audacia, es posible que, en lugar de ser creativos, simplemente nos quedemos cómodos y no provoquemos avance alguno y, en ese caso, no seremos partícipes de procesos históricos con nuestra cooperación, sino simplemente espectadores de un estancamiento infecundo de la Iglesia'”. (EG 129).