Entre las implicaciones de las recientes reformas a la Constitución de Nicaragua que envió el presidente Daniel Ortega a la Asamblea Nacional y que se prevé estarán aprobadas en su totalidad a inicios de enero de 2025, se “proponen una ruptura definitiva” con el Papa.
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En entrevista para Vida Nueva, la abogada católica en el exilio, Martha Molina, autora de los informes ‘Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?’, asegura que con esas reformas “la dictadura pretende crear una iglesia paralela que no esté en comunión con el Papa“.
Recientemente el presidente de Nicaragua envió el paquete con el que -explica Molina- se reforman 143 artículos y se derogan 37 artículos de los 202 existentes; “con las reformas desaparece el Estado social democrático de derecho y se instaura un poder dictatorial”.
Reforma que subordina a los Poderes del Estado
En lo que se refiere a las afectaciones de la reforma a la Iglesia y la libertad religiosa, la abogada Molina consideró que “las reformas proponen una ruptura definitiva entre el Papa, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y la Iglesia Católica nicaragüense“.
Con esas reformas -dijo- “la dictadura pretende crear una iglesia paralela que no esté en comunión con el Papa. Todo lo que se propone en la reforma constitucional tendrá que ser reglamentado y desarrollado en leyes específicas. El poder discrecional del que gozan los dictadores Daniel Ortega y su esposa y actual vicepresidenta, Rosario Murillo, considerará agresión cualquier opinión emitida por el papa Francisco, cardenales u obispos extranjeros y los dictadores de Nicaragua podrán ejecutar acciones necesarias para garantizar el pleno cumplimiento de esa disposición”.
Para Molina la realidad de esas ‘reformas parciales’, es que son reformas totales a la Constitución Política de Nicaragua: “Las reformas son consideradas como un golpe de Estado y subordina por completo a los Poderes del Estado a la voluntad de Daniel Ortega y de Rosario Murillo“.
“Organizaciones religiosas… libres de.. control extranjero”
Detalló que en particular los artículos que hacen referencia a la libertad religiosa son: el artículo 5 septies en el que se “asegura la libertad de culto, fe y práctica religiosas en estricta separación entre el Estado y las iglesias”.
También el artículo 5 oches establece que “se inhibe y proscribe todo tipo de agresión política, militar, económica, cultural y religiosa“.
El artículo 14 mandata que “el Estado es laico y asegura la libertad de culto, fe y prácticas religiosas en estricta separación Estado y las iglesias… Al amparo de la religión ninguna persona u organización puede realizar actividades que atenten en contra el orden público… Las organizaciones religiosas deben mantenerse libres de todo control extranjero”.
Respecto a este artículo Molina augura: “la reforma pretende romper el vínculo existente entre el Papa, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y la Iglesia Católica nicaragüense”.
Por otro lado, menciona que el artículo 69 manifiesta que: “todas las personas tienen derecho individual o colectivo a manifestar sus creencias religiosas en privado o público con respeto a los principios fundamentales establecidos en la Constitución”.
Continúan las agresiones a la Iglesia Católica
Con las nuevas reformas -destaca Molina- “Se instaura un Poder Ejecutivo bicéfalo integrado por co-presidente y una co-presidente/a (reforma artículo 133), se elimina la figura anterior de presidente y vicepresidente, ahora ambos son co-presidentes. Se incrementa a seis años el periodo co-presidencial del Poder Ejecutivo y la reforma al artículo 138Cn permitirá que los co-presidentes nombren vicepresidentes, que serán dependencias de las co-presidencias”.
Al ser cuestionada sobre si con dichas reformas a la Constitución podrán aumentar las agresiones a la Iglesia Católica y a todos sus miembros, Molina refirió que de hecho estas “continúan desarrollándose, solo nos enteramos del 1% de las mismas, las otras quedan en la no denuncia para evitar una represalia peor”.