El Papa Francisco recibe en audiencia a los participantes de la Asamblea Plenaria de la Comisión Teológica Internaciona
El pontífice recibió hoy en audiencia en el Palacio Apostólico Vaticano, a los participantes de la Asamblea Plenaria de la Comisión Teológica Internacional a los que planteó dos reflexiones clave: volver a poner a Cristo en el centro y desarrollar una teología de la sinodalidad. “Yo diría que ha llegado el momento de dar un paso valiente: desarrollar una teología de la sinodalidad, una reflexión teológica que ayude, aliente, acompañe el proceso sinodal, para una nueva etapa misionera, más creativa y audaz, que se inspire en el kerigma y que implique a todos los componentes de la Iglesia”, enfatizó.
Jorge Mario Bergoglio subrayó la importancia de Cristo como el núcleo de la vida cristiana y recordó la próxima apertura del Jubileo, que coincide con el decimoséptimo centenario del Concilio de Nicea. Este histórico evento eclesial definió, según Francisco, la fe en Jesús como Hijo de Dios, una formulación que, según Francisco, “ilumina el significado de la realidad y el destino de toda la historia“.
Asimismo, destacó el rol de los teólogos en la profundización del misterio de Cristo y en la promoción de un encuentro transformador con Dios. Señaló que el documento en preparación por la Comisión sobre el significado actual de la fe profesada en Nicea será una valiosa herramienta durante el Año Santo para nutrir la fe de los creyentes y contribuir a un nuevo paradigma cultural y social inspirado en la humanidad de Cristo.
En un mundo marcado por conflictos y divisiones, el Papa invitó a los presentes a esparcir semillas de esperanza y a ser constructores de justicia y paz, enfatizando que el amor de Dios revelado en Cristo es una llamada a la fraternidad y la reconciliación. “La fraternidad enraizada en Cristo se convierte en una tarea ética fundamental para nosotros”, destacó.
Además. Papa expresó el deseo de que los teólogos sigan el ejemplo del apóstol Juan, confiados en el amor de Cristo, y encuentren en el Sagrado Corazón de Jesús la fuente unificadora de su trabajo. “Permaneciendo apoyados en el Corazón de Jesús, su teología dará frutos en la Iglesia y el mundo”, afirmó.
Antes de despedirse, Francisco les recordó que” una cosa fundamental para hacer una teología fructífera es no perder el sentido del humor, ¡por favor! Esto ayuda mucho”. “El Espíritu Santo es el que nos ayuda en esta dimensión de alegría y humor”, remató.