España

Las campanas de Arganda del Rey recuperan su voz

  • La Asociación de Campaneros del municipio madrileño rescata la historia y el lenguaje de las campanas de la iglesia de San Juan Bautista
  • Hasta ahora, han recuperado más de diez toques gracias a la ayuda de los vecinos y los antiguos monaguillos





Cuatro voces femeninas de Arganda del Rey llevan mudas desde hace 40 años. Después de siglos siendo el mejor medio de comunicación de sus vecinos, en la década de 1980, alguien decidió que el pueblo no entendía ya su lenguaje y apagó su futuro. ‘La gorda’, ‘la triste’, ‘la de enmedio’ y ‘la cascada’ se quedaban mudas. Casi 40 años después, la Asociación de Campaneros de Arganda del Rey y los catequistas de la parroquia de San Juan Bautista de Arganda del Rey están tratando de recuperar las melodías y la tradición de las campanas de esta iglesia del sureste de Madrid.



Son las cuatro campanas que hoy día presiden la ‘Pascualina’, la torre de la iglesia de San Juan Bautista que sufragó en tiempos el párroco Pascual Milano, hoy enterrado bajo el altar mayor del templo. Más allá de sus apodos, cada címbalo tiene su nombre, su fecha de nacimiento y su timbre de voz.

La más antigua es la de San Juan Bautista, creada por el maestro Ventura de los Corrales en 1824, que este año celebra su bicentenario (la siguiente onomástica campanera en Arganda será en 2029). Es la única superviviente del incendio que sufrió el campanario en 1877 la víspera de las fiestas de septiembre a causa del impacto de un rayo. Se conocen otras que no debieron llegar a tiempos mejores, como fueron ‘Vilches’, ‘Paz’ y ‘Sepulcro’ (esta última se ofreció al Ayuntamiento de Arganda para ponerse en el chapitel de la torre como complemento al reloj municipal en 1861).

Las otras tres existentes son, por un lado, ‘Nuestra Señora de la Concepción’ creada en 1917, junto a otra gemela de la que se ha perdido su rastro; y ‘Jesús, José y María’ y ‘Virgen de la Soledad‘ dos campanas hermanas fundidas por este mismo fundidor en 1929. Faltan todas las campanas de la fachada este, probablemente fundidas para otros menesteres aunque quedan los vanos de la posición de las antiguas matracas de Semana Santa. Al parecer, estos instrumentos musicales y sus yugos no resultaron dañados en la guerra civil, período en que fue destruido casi todo el patrimonio mueble del templo, si bien, sí se requisaron los badajos.

‘Cantera’ campanera

Desde hace casi siete años, dos iniciativas paralelas se propusieron recuperarlas inspiradas por la coronación de la patrona argandeña en 2010. Por un lado, el grupo de catequesis recibió el permiso del párroco para que los niños que preparan su primera Comunión participen en los oficios a través del tañido de las campanas. Así, esta ‘cantera’ de campaneros aprende los toques y, con ellos, se convierte en la depositaria de la tradición y la cultura argandeña.

Hueco de la torre de la iglesia de San Juan Bautista (fuente: Arganda del Rey)

Por otro lado, un grupo de vecinos se propuso hacer una labor de arqueología experimental recuperando el lenguaje propio de las campanas del municipio. Comenzó como un ‘hobby’ y se transformó en un auténtico proyecto que derivó en la creación de la Asociación de Campaneros del municipio.

“Es casi una labor de etnografía porque hemos hablado con las personas mayores del pueblo para que nos ayuden a hacer esta reconstrucción“, explica Carlos, historiador y uno de los promotores del proyecto. Así, se pusieron en contacto con antiguos monaguillos del templo, como Manuel Camacho, que ejerció de campanero en los años 40 del siglo pasado y falleció hace unos días. “Trabajamos a contrarreloj porque las personas que vivieron el uso de las campanas son muy mayores. Sobre todo, ahora estamos hablando con los que fueron campaneros en los 60 y 70“, agrega.

“Inicialmente, estudiamos cómo se hacían sonar las campanas en otros pueblos. Pero, a medida que fuimos consultando a los vecinos y fuimos cotejando la documentación, conseguimos ir recuperando la voz propia que tenían las de aquí. Hemos recuperado más de diez toques”, explica Óscar, licenciado en Bellas Artes y otro de los voluntarios de la asociación.

‘A buen tiempo’

Así, los recuerdos de sus mayores les han permitido acotar tempos, intensidades y tonos. De este modo, además de la llamada a misa dominical, se han conseguido recuperar tañidos de difuntos que indican si el finado era hombre y mujer, párvulo o adulto, y de qué cofradía. También, los de las fiestas mayores, el ángelus, el rosario de la aurora, ‘A buen tiempo’, el día de los santos y la llamada por incendio. “Sólo con el toque de campanas, prácticamente podrías saber quién se ha muerto o qué es lo que ha pasado”, continúa.

El 23 de julio de este año, aprovechando el bicentenario de la campana ‘San Juan Bautista’, la asociación dio un concierto de campanas. Sus planes a día de hoy pasan por restaurar todos los címbalos y, de algún modo, el antiguo reloj, cuya esfera está resguardada en la torre.

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