Reunidos en su 82 asamblea ordinaria en El Salvador, los obispos del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) reflexionaron sobre los desafíos que enfrenta la región y, en particular, sobre la realidad de la migración.
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Al término de la asamblea, que tuvo verificativo del 25 al 29 de noviembre, los obispos se comprometieron a ser una Iglesia “más cercana, participativa, misericordiosa y misionera”, que escuche las voces de todos, “especialmente las de los migrantes y los empobrecidos”.
Los grandes desafíos en Centroamérica
Entre los grandes desafíos que puso sobre la mesa el SEDAC, está la migración y el cuidado de la Casa Común.
Sobre el primer tema, los obispos consideraron que, para atender la migración, “marcada por el dolor de la separación, el sufrimiento de la pobreza, la violencia y la búsqueda de una vida digna”, urgen políticas que aborden las causas profundas de este fenómeno y ofrezcan mejores oportunidades locales.
Por su parte, la Iglesia renovó el compromiso de acompañar, proteger, promover e integrar a los migrantes, por lo que ofreció recientemente la primera carta pastoral regional para responder al drama de la migración.
Se trata de una carta que es “fruto de la oración, la reflexión y la coordinación de los agentes pastorales que han acompañado a los migrantes”, explicaron.
El cuidado de la Casa Común y la minería
Tras recordar que la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales es fundamental, dado que la región cuenta con una rica diversidad biológica que es vital tanto para la cultura local como para la economía, el SEDAC denunció que el deterioro ambiental y la explotación minera en la región están afectando gravemente a los pueblos y a la creación de Dios.
“Las comunidades, especialmente las más vulnerables, sufren los efectos devastadores de esta crisis ecológica”, dijo el organismo, al tiempo que reafirmó su compromiso con el cuidado de la Casa Común.
Hicieron un urgente llamado a los gobiernos para que adopten las políticas responsables y sostenibles que respeten la dignidad de los pueblos y la Casa Común, y que no permitan la explotación minera, ya que es necesario priorizar la vida humana y el medio ambiente sobre los intereses económicos que perpetúan el daño social y ecológico.
También pidieron a las autoridades respetar los acuerdos de Escazu, Costa Rica, primer tratado regional de América Latina que promueve el derecho a acceder, oportuna y efectivamente a la información ambiental, participando en la toma de decisiones que afecten el ambiente, y accediendo a la justicia para asegurar el cumplimiento de las leyes y derechos ambientales.
Jubileo 2025: ‘Peregrinos de Esperanza’
Otro de los temas que abordaron los obispos del SEDAC fue el Jubileo 2025 que, bajo el lema ‘Peregrinos de Esperanza’, es un tiempo de gracia que invita a todos los fieles de la Iglesia Universal a convivir en comunión, “especialmente con los migrantes, los encarcelados, los enfermos, los jóvenes, los ancianos, los pobres, los que defienden los derechos de los más débiles, quienes son verdaderos peregrinos en busca de una vida mejor”.
“El Jubileo será la oportunidad para la renovación espiritual, la reconciliación y la reafirmación de nuestra esperanza en Cristo Resucitado. Invitamos a todas las comunidades a unirse a este caminar jubilar con fe y compromiso”, concluyeron los obispos.