Vaticano

El papa Francisco, al pueblo de Nicaragua: “La libertad nadie nos la puede arrebatar”

El Pontífice envía una carta a los católicos del país centroamericano diez días después de la reforma constitucional de Ortega que certifica su deriva dictatorial





El papa Francisco ha enviado una carta a los católicos de Nicaragua en la que comparte que “la libertad de los hijos de Dios nadie nos la puede arrebatar”. Aunque el Pontífice justifica esta misiva con la mirada puesta en la novena de la Inmaculada Concepción, lo cierto es que la firma justo diez días después de que el Parlamento de Nicaragua aprobara una más que cuestionable reforma de la Constitución, que transforma el Estado, que pasará de ser una república democrática, participativa y representativa a una “revolucionaria”.



La reforma constitucional, la número 12 que promueve Ortega desde su llegada al poder en 2007, también otorga un poder absoluto al mandatario y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, sobre los demás poderes del Estado, establece la figura de “copresidenta”, amplia de cinco a seis años el período presidencial, y deroga el artículo en el que se prohibía la práctica de la tortura, entre otros cambios.

Ataques constantes

A esto se suma que las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia viven momentos de una tensión palpable, caracterizadas por la expulsión, encarcelamiento y desnacionalizados de obispos y de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas. El órdago más reciente del autócrata fue la expulsión del país del presidente del Conferencia Episcopal, el obispo Carlos Enrique Herrera el pasado 14 de noviembre.

En medio de esta encrucijada, el Pontífice evita un choque directo con el régimen. Sin embargo, a través de esta carta eminentemente pastoral, sí se puede deducir un mensaje implícito de crítica a Ortega y apoyo a la ciudadanía: “Recitando el Rosario, estos misterios atraviesan la intimidad de nuestro corazón, ahí donde se cobija la libertad de las hijas y los hijos de Dios, que nadie nos puede arrebatar. Cuántas gracias recibimos del Rosario, es una oración poderosa”.

Única guía segura

En la carta, Francisco recuerda a los nicaragüenses que la Providencia es “la única guía segura”. “Precisamente en los momentos más difíciles, donde humanamente se vuelve imposible poder entender lo que Dios quiere de nosotros, estamos llamados a no dudar de su cuidado y misericordia”, expone Francisco. Justo después, subraya que “la filial confianza que tienen en Él y también su fidelidad a la Iglesia son los dos grandes faros que iluminan su existencia”.

“Tengan la certeza de que la fe y la esperanza realizan milagros”, comparte, a la vez que enfatiza cómo “la Madre de Dios no cesa de interceder por ustedes, y nosotros no dejamos de pedirle a Jesús que los tenga siempre de su mano”. “Deseo que esta celebración de la Inmaculada, que nos prepara a la apertura del Jubileo de 2025, les obtenga el aliento necesario en las dificultades, las incertidumbres y las privaciones”, apunta el Papa en su carta.

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