El obispo de Bilbao, Mons. Joseba Segura, ha abordado temas centrales para la Iglesia contemporánea en una reciente entrevista en ‘Radio Euskadi’. Desde los avances en la atención a víctimas de abusos sexuales hasta la necesidad de dar un mayor protagonismo a las mujeres en los espacios de liderazgo han sido algunos de los asuntos tratados.
El obispo afirmó que la Comisión de Protección de Menores y Prevención de Abusos Sexuales de la Iglesia de Vizcaya sigue recibiendo casos nuevos, aunque en menor medida que al principio. La mayoría de los testimonios, según el obispo, son “totalmente creíbles” pese a las dificultades para probarlos judicialmente debido a que muchas de las denuncias se refieren a hechos ocurridos hace décadas, cuando los presuntos agresores ya han fallecido. “La gente se siente más escuchada ahora, en un contexto en el que es posible hablar de lo que antes se ocultaba”, ha asegurado. Este cambio, según Segura, ha permitido que más víctimas se animen a compartir sus historias, aunque subrayó que “todavía no sabemos todo lo que ha pasado en muchos casos”. En cuanto a las compensaciones económicas, Segura destacó que no todas las personas que denuncian buscan una reparación material. “Muchos solo quieren ser escuchados y no pretenden que esto se haga público”.
Otro de los puntos clave de su intervención fue el reconocimiento del papel crucial que desempeñan las mujeres en la Iglesia. Segura afirmó que sin su colaboración, tanto en la transmisión de la fe como en el trabajo social y voluntario, la Iglesia no podría tener el impacto que tiene en la actualidad. Sin embargo, reconoce que todavía hay mucho por hacer para que esta labor se refleje en puestos de responsabilidad. En este sentido, Mons. Joseba Segura, ha argumentado que “la Iglesia, tal como la conocemos, no podría funcionar sin las mujeres. Su implicación ha sido absolutamente crítica siempre”.
El obispo afirma que el ritmo de avance varía entre continentes: “Es muy difícil que, por ejemplo, la Iglesia en Europa pueda avanzar a un determinado ritmo en este tema” al ser una organización “presente en los cinco continentes”, en los que “hay sensibilidades distintas”. Aquí en España, como ha reconocido, todavía hay un largo camino por recorrer.
Aunque Joseba ha señalado que en Europa se está avanzando hacia una mayor inclusión de las mujeres en temas de liderazgo, reconoce que la Iglesia enfrenta un desafío singular: su carácter universal. Este reto, según el obispo, subraya la importancia de avanzar de manera unificada, manteniendo la comunión que ha sostenido a la Iglesia durante siglos.