El profesor de Teología de la Gregoriana participa en el Congreso de Piedad Popular que se celebra en Sevilla hasta el domingo
En su paso por Sevilla, Dario Vitali demostró que, además de ser un investigador de referencia como profesor de Teología en la Universidad Gregoriana de Roma, también ejerce de sacerdote a pie de obra. Al menos esa es la sensación que deja tras escuchar su ponencia en el Congreso de Hermandades y Piedad Popular que hasta el domingo acoge la capital hispalense.
Su diagnóstico sobre el fenómeno cofrades, sus potencialidades y riesgos estuvieron presentes en una conferencia en la que este consultor del Sínodo hizo un llamamiento a la Iglesia para que proteja y acompañe a la piedad popular. “Defender las hermandades es ser Pueblo de Dios”, aseveró. Es más, alertó de que “donde hay una realidad viva se puede crecer en la fe; donde esta se bloquea, surge la enfermedad del tradicionalismo”.
Para el docente, las cofradías son “sujetos extraordinarios porque mantienen la tradición”, si bien es consciente de la superficialidad que definió como “cáscara que lleve mucha gente a la procesión pero luego no va a misa”.
Contemplando la catedral de Sevilla, donde pronunció su ponencia, dejó caer que “la majestad y belleza de este templo es la imagen de la identidad sevillana y andaluza, que, serían solo muros sin el pueblo de Dios que aquí se reúne y habita”.
Eso sí, Vitali llevó a cabo una defensa de la unidad y la comunión eclesial. Con esta premisa instó a todas las corporaciones sevillanas a que sean “hermandades fundamentadas dentro de la misma hermandad, con la capacidad de ser hermanos e hijos de Dios, fundamentados en la vivencia del Evangelio y el conocimiento de la doctrina”.