Cono Sur

Fernando Chomali Garib, arzobispo de Santiago de Chile, creado cardenal

En el consistorio, celebrado en la Basílica de San Pedro, fueron creados otros cuatro cardenales latinoamericanos





En el décimo consistorio de su pontificado, el papa Francisco ha creado 21 nuevos cardenales este sábado en la basílica de San Pedro. De ellos 20 son cardenales electores, es decir menores de 80 años que podrán participar en un futuro cónclave para elegir a un nuevo papa, y sólo uno no elector, el italiano Angelo Acerbi, de 99 años, ex nuncio apostólico.



La ceremonia comenzó con la presentación de los nuevos cardenales. Luego, cada uno arrodilló ante el Papa quien les entregó el anillo, símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia, y el birrete, rojo como la sangre de los mártires que dieron su vida por defender su fe. Luego, el Papa entrega a cada cardenal la “Bula de Creación de Cardenales”, la asignación de diaconías y la iglesia de pertenencia en Roma.

Entre ellos, recibieron el birrete y el anillo cardenalicio 5 arzobispos de América Latina: de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Perú.

El Papa Francisco les animó a “seguir el camino de Jesús” y que “no se dejen deslumbrar por el encanto del prestigio” o “la seducción del poder”.

Ingeniero y especializado en bioética

El arzobispo de Santiago de Chile, cardenal Fernando Chomalí Garib, será el noveno cardenal chileno, a los 67 años. Se tituló de ingeniero en la Universidad Católica de Chile y después ingresó al Seminario de Santiago. Fue ordenado sacerdote en 1991, es licenciado en teología moral por la Academia Pontificia Alfonsiana, doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana y tiene una maestría en Bioética en el Instituto Juan Pablo II.

Fernando Chomali asumió el arzobispado de Santiago en octubre de 2023, después de haber estado 12 años como arzobispo de Concepción, la segunda diócesis en tamaño, después de Santiago.

En octubre pasado, cuando el Papa Francisco anunció la creación de los nuevos cardenales, Chomalí dijo a periodistas: “Espero asumir el compromiso de trabajar por la evangelización, ya no sólo para Chile sino ahora también para todo el mundo, y por una sociedad donde se note que está Dios presente”.

La corrupción genera pobreza

Más adelante agregó: “El trabajo fundamental que tiene la Iglesia Católica es formar a las personas en la conciencia, el corazón, la inteligencia, para que tomen buenas decisiones. Detrás de la corrupción hay una conciencia errónea, personas que están más centradas en sí mismas que en los demás y eso lo tenemos que terminar porque la corrupción genera pobreza, es decir quienes más pierden con la corrupción, en todos los ámbitos, son los más pobres. Eso no lo podemos tolerar”.

En esa ocasión, Vida Nueva entrevistó a Chomalí quien confesó que lo primero será “mostrar la antropología cristiana, hacer ver que desde Cristo comprendemos adecuadamente quienes somos, qué tenemos que hacer y para qué”. “En segundo lugar, continuó, mostrar de manera íntegra el magisterio de la iglesia que vincula la profesión de fe en Jesucristo con el servicio a los más pobres.  Espero que el cardenalato que el Santo Padre me ha regalado esté muy enfocado a hacer ver que ser católico significa amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como uno mismo y es el prójimo concreto, el prójimo real, el que tenemos al lado de nosotros”.

El nuevo Cardenal nos señaló que espera como aporte de la Iglesia “dar un claro testimonio de fraternidad. Vivimos una sociedad muy individualista y muy fragmentada que está muy conectada, pero muy poco comunicada. Y volver a reconocer a Dios como Padre puede constituir un elemento fundamental para reconocernos cada uno de nosotros como hermanos y reconstituir la fraternidad”.

Cuando se anunció su designación, en el diálogo con los periodistas fue consultado si esperaba ser cardenal. “Ser cardenal era una posibilidad, dijo, pero llegó el momento y lo acepto con mucha humildad porque, a diferencia del episcopado, el Santo Padre no pregunta si uno quiere ser cardenal, él nombra, nada más. Por lo tanto, yo lo acepto. He entregado toda mi vida a la Iglesia Es un servicio, un servicio que entrego a la iglesia. No se me van a ir los humos a la cabeza”.

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