El papa Francisco recibió este lunes, 9 de diciembre, en una audiencia privada a los periodistas Pedro Salinas, Paola Ugaz y Elise Ann Allen. Ambos han destacado por sus informaciones sobre los escándalos relacionados con el Sodalicio de Vida Cristiana, algo que les valió ser objeto de denuncias y acoso a través de las redes sociales. Los tres le han llevado al pontífice el testimonio de las víctimas y de algunos de sus compañeros periodistas. Además el Papa, como recuerda Allen en Crux, ya se reunió el 23 de noviembre con los periodistas cercanos al Sodalicio Giuliana Caccia y Sebastián Blanco que han denunciado ante el tribunal de la Rota al Jordi Bertomeu, uno de los encargados por el Vaticano de la “misión especial” sobre el Sodalicio en Perú.
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Va a terminar bien
El Papa mostró su apoyo sin fisuras a los periodistas y defendió a los funcionarios del Vaticano que han llevado a cabo en su nombre la investigación, el arzobispo maltés Charles Scicluna y el prelado español Jordi Bertomeu. “Pueden usar esta reunión para decir públicamente que apoyo plenamente a la Misión Especial y que no los apoyo [a Caccia y Blanco]”, periodistas a quienes garantizó en noviembre que no serían excomulgados como fruto de esa misión. Salinas y Ugaz fueron los primeros en publicar escándalos relacionados con el laico peruano Luis Fernando Figari y su fundación, el Sodalicio de Vida Cristiana. Ellos destacaron desde abusos sexuales a corrupción financiera, acusaciones que recogieron en su libro ‘Mitad monjes, mitad soldados’ (2015)
Por su parte, Salinas, Ugaz y Allen agradecieron al Papa su interés en el caso y el envío de la Misión Especial para investigar, y afirmaron que las víctimas han encontrado tanto a Scicluna como a Bertomeu competentes y tranquilizadores. Además, Ugaz –que ya se había reunido con Francisco en 2022– ofreció datos actualizados de los últimos escándalos destapados, así como de las denuncias de abusos de poder y de conciencia, que las víctimas denunciaron a la Misión Especial. El Papa les garantizó “terminar” con eso y sentenció: “Ahora voy a hablar con quien lo tengo que hablar”.
Ante los sodalités excomulgados que esperan que llegue un nuevo papa que les levante la pena, Francisco bromeó diciendo que “no son los únicos” que rezan por eso –tomándose con humor el hematoma de su barbilla–. Francisco también confirmó que ampliará la Misión Especial más allá de Perú con una visita a Denver –centro del Sodalicio en Estados Unidos–.