En una emotiva audiencia celebrada hoy en el Vaticano, el papa Francisco ha recibido a los miembros de ResQ People Saving People, una organización italiana dedicada al rescate y asistencia de migrantes en situaciones de extremo peligro, especialmente en el Mediterráneo y la ruta de los Balcanes. Durante el encuentro, el Pontífice ha manifestado su profunda gratitud por la labor de esta ONG, calificándola como una acción “meritoria y necesaria” que refleja los valores centrales del Evangelio.
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El Papa ha comenzado el encuentro con un agradecimiento a los voluntarios de ResQ por su compromiso con la migración, con salvar vidas humanas, vidas de personas que huyen de conflictos devastadores y crisis humanitarias que violan derechos fundamentales. “El rescate de quienes corren peligro de naufragar en embarcaciones miserables, al igual que la primera acogida de quienes llegan a Europa tras largos viajes llenos de peligros, es una tarea muy necesaria”, ha destacado Francisco.
“No miren hacia otro lado”
En un llamamiento a la acción, el Santo Padre ha hecho referencia al encomiable trabajo que ha realizado la ONG ante la migración forzosa: “Ustedes no se han quedado indiferentes. No han mirado hacia otro lado, sino que se han preguntado, ¿qué podemos hacer?”. Además, Francisco ha aprovechado la audiencia con ResQ para denunciar que muchas vidas de migrantes son explotadas, rechazadas y maltratadas, a menudo reducidas a formas modernas de esclavitud. “Ante la inmensidad y complejidad del fenómeno migratorio, las autoridades civiles no siempre logran afrontar plenamente sus responsabilidades”, se ha lamentado. En este contexto, consideró fundamental la acción de quienes se comprometen a aliviar el sufrimiento de los migrantes, no solo observando o criticando, sino dedicando tiempo, ingenio y recursos.
En sintonía con el Evangelio
“El migrante debe ser acogido, acompañado, promovido e integrado”, ha afirmado hoy el Papa, subrayando que esta generosidad está en plena sintonía con el Evangelio, que “nos invita a hacer el bien a todos, especialmente a los últimos, los más pobres, los más abandonados, los enfermos y las personas en peligro”.
Con palabras de aliento, el Pontífice ha animado a los miembros de ResQ a continuar su labor: “Queridos amigos, sigan adelante. María, Socorro de los Migrantes, les asista en su obra. Les bendigo y les acompaño con mi oración. Y también ustedes, por favor, recen por mí”.
