Krisanne Vaillancourt: “La pena de muerte es un pecado estructural”

La Santa Sede presenta ante los medios de comunicación el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2025

cartel contra la pena de muerte en una manifestación en Estados Unidos

En el marco del Jubileo de 2025, este jueves se celebró una conferencia de prensa con motivo de la presentación del Mensaje del Santo Padre, para la 58ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2025, con el título Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz. Durante la velada, se destacaron temas como la pobreza, la cancelación de deudas internacionales, la crisis ecológica, la abolición de la pena de muerte y la erradicación del hambre en el mundo.



El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, destacó el significado profundo del Jubileo como una oportunidad para transformar corazones y estructuras. “Este Jubileo nos invita a implantar la justicia liberadora de Dios en el mundo“, afirmó. Czerny El llamó a prestar atención al grito de los pobres y de la tierra, subrayando la necesidad de cancelar las deudas internacionales que asfixian a los países más vulnerables. También hizo un llamado urgente a honrar nuestra deuda ecológica, promoviendo acciones que protejan el medio ambiente. Entre las propuestas papales, destacó la creación de un fondo global destinado a acabar con el hambre y la eliminación de la pena de muerte como un paso esencial hacia una cultura de vida.

Krisanne Vaillancourt, directora ejecutiva de la Catholic Mobilizing Network -organización que lucha para abolir la pena de muerte en Estados Unidos, se hizo eco de la visión de Francisco sobre la dignidad humana: “La pena capital es un pecado estructural que perpetúa la deshumanización y el desprecio, en lugar del perdón y la rehabilitación“, señaló. Murphy enfatizó que cada individuo puede contribuir a la lucha contra la injusticia, especialmente, a través de la justicia reparativa, una forma de abordar el daño centrada en la sanación y la reconciliación.

Un militar ucraniano desactiva minas antipersona (fuente: Efe)

Un militar ucraniano desactiva minas antipersona (fuente: Efe)

En su intervención, Murphy recordó que la pena de muerte aún existe en 55 países y abogó por su eliminación definitiva, subrayando el impacto transformador del perdón, que abre el corazón a la misericordia de Dios. También hizo un llamado a reflexionar sobre el perdón en situaciones extremas, como el dolor de los padres que han perdido a sus hijos en actos de violencia.

Minas antipersona

Por otra parte, el ingeniero electrotécnico Vito Alfieri ofreció un conmovedor testimonio sobre su cambio de vida. Durante años, Fontana trabajó en la industria armamentística. “Pensaba que la guerra era inherente al ser humano“, confesó. Sin embargo, una profunda transformación lo llevó a dedicar su vida a proyectos humanitarios.

Fontana ahora trabaja en la concienciación sobre los peligros de las minas, la formación en prevención y el desarrollo de comunidades afectadas. Relató la devastadora realidad de estos instrumentos de destrucción: “En Bosnia, en 2002, había cuatro millones de minas cubriendo el 35 por ciento del territorio. Hoy, todavía existen unos 90 millones de minas en todo el mundo“. Pese a lo sombrío de las cifras, Fontana mantiene la esperanza: “El factor mina cero no es posible, pero el de víctimas cero, sí lo es. La educación y la acción comunitaria pueden salvar vidas“.

El evento culminó con un llamado colectivo a la acción. Desde la abolición de la pena de muerte hasta la erradicación del hambre y la construcción de una cultura de paz, los participantes subrayaron que un cambio global es posible cuando las personas se comprometen con la justicia, la dignidad y la solidaridad.

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