El Cabildo del Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas decidió de forma unánime entregar la medalla Fray Bartolomé al padre Marcelo Pérez, luego de haber sido asesinado el pasado 20 de octubre. Con esta medalla, las autoridades de Chiapas buscan reconocer la nobleza de espíritu y de acciones de personas destacadas en la vida social de la región.
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En la entrega del reconocimiento estuvieron presentes el gobernador constitucional del estado de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar; la presidenta del municipio de San Cristóbal de Las Casas, Fabiola Ricci Diestel; miembros del Honorable Cabildo del Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, y doña Antonia y don Miguel, papás del padre Marcelo Pérez, a quienes les fue entregado el reconocimiento.
El padre Marcelo Pérez fue un defensor de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Chiapas, pero sensible y atento a la realidad de todos los indígenas del país y del continente. Ante diversas amenazas por parte del crimen organizado y la persecución de las propias autoridades civiles, el sacerdote solía decir que su vida valía menos que la paz con verdad y justicia.
De hecho, la Fiscalía del estado de Chiapas lo inculpó de delitos y giró una orden de aprehensión en su contra, lo mismo que en contra de otros dos indígenas, el catequista y candidato al diaconado permanente en la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Pedro Cortés López y al carpintero Diego Mendoza Cruz, en junio de 2022.
A los tres se les acusó de ser los autores intelectuales de la desaparición de 18 personas, ocurrida el 26 de julio de 2021 en el municipio de Pantelhó, aunque nunca hubo pruebas de dicha acusación.
Cabe recordar que la orden de aprehensión contra el padre Marcelo nunca fue ejecutada, pero tampoco se retiró. Los que sí fueron detenidos con violencia y llevan más de dos años presos son Pedro Cortés López y Diego Mendoza Cruz.
Foto: Padre Marcelo Pérez
El obispo exige una investigación a fondo
En su mensaje en el evento de la entrega de medalla, el obispo de San Cristóbal de Las Casas y administrador apostólico de Tuxtla Gutiérrez, Rodrigo Aguilar, dijo que, ante estos hechos, observa un contrasentido la entrega del reconocimiento, y pidió llegar a fondo en la investigación sobre los autores materiales e intelectuales del asesinato del padre Marcelo.
También denunció que los dos detenidos, Pedro Cortés López y Diego Mendoza Cruz, “enfrentan un juicio plagado de irregularidades, calumnias y mentiras, como la afirmación de que los tres, estando presentes en la cabecera municipal de Pantelhó el día de la desaparición, habrían participado en la captura y traslado a destino desconocido de los hoy desaparecidos”.
Y añadió: “Lo que queda claro es que sistemáticamente se está negando el acceso a la justicia a las víctimas y sus familiares, no sólo los del 26 de julio de 2021 sino los de los años previos, más de 200 desaparecidos y sus respectivas familias”.
Limpiar la imagen del padre Marcelo
“La medalla póstuma al padre Marcelo puede tener sentido si se reconoce la inocencia póstuma del padre Marcelo Pérez y la de Pedro Cortés López y Diego Mendoza Cruz, para que sean exonerados de todo cargo y liberados de inmediato”, dijo el obispo Aguilar.
Y es que, aunque dicho procedimiento no corresponde al Cabildo Municipal de San Cristóbal de Las Casas, sino a la Fiscalía del Estado de Chiapas, el obispo consideró que el reconocer al sacerdote Marcelo Pérez como defensor de los derechos humanos y promotor de la paz con justicia, es reconocer a los demás hombres y mujeres servidores y servidoras de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas que trabajan por la construcción de la paz y que son perseguidos por esta causa.
Voltear a ver a los indígenas
El obispo de San Cristóbal de Las Casas dijo que la entrega de la medalla también debe significar, por parte de los 3 niveles de gobierno, el reconocimiento de que hay miles de personas desplazadas por la violencia criminal en varios municipios de Chiapas, “a las cuales urge se les atienda de manera integral, lo que incluye un retorno seguro, desarme de los grupos criminales y que puedan vivir con tranquilidad y cultivar sus tierras”.
De igual forma, que se ha guardado silencio en torno al proceso de investigación de la masacre de las 11 personas asesinadas en el municipio de Chicomuselo en mayo de 2024, y que hay presos injustamente recluidos y que deben ser liberados.
“En fin, la lista sería interminable, pero mencionamos estos casos para que realmente haya verdadera justicia en nuestro estado y en nuestro querido México. Lo que he referido de manera, más bien breve, eran aspectos en los que el padre Marcelo Pérez estaba preocupado e interesado. Si lo queremos honrar con esta medalla póstuma, conviene acoger y atender con diligencia dichas preocupaciones y anhelos“.
