Tras casi cinco años de silencio literario, el presentador y escritor acaba de publicar ‘Te he llamado por tu nombre’ (SUMA), una novela ambientada en la Jerusalén del siglo I que gira en torno a la figura de Jesús de Nazaret. En ella, Christian Gálvez reflexiona sobre la pérdida de la fe y el regreso a la luz. Inspirada en un viaje a Tierra Santa junto a Patricia Pardo, la obra está dedicada a su mujer y a su hijo Luca, ya que –según sus propias palabras– “algo tuvo que suceder hace dos mil años porque, mediante las palabras, cambió los corazones de quienes estaban allí”.
PREGUNTA.- Su libro sigue los pasos de un ficticio hijo mayor de un líder zelote que presencia la crucifixión de Jesús y el nacimiento del cristianismo. ¿Cómo decide abordar un tema tan “revolucionario”… para los tiempos que corren?
RESPUESTA.- Creo que lo más importante es ser sincero, transparente y, sobre todo, perder el miedo a comunicar lo que quieres y sientes. Sentí que era el momento adecuado para hablar de lo que creo, de lo que siento y, por qué no, de la fe, que considero más necesaria que nunca. En el momento que estamos viviendo, hablar de fe puede ser algo valiente. Es un tema complejo, pero también fundamental. No es solo una cuestión religiosa, sino también una reflexión sobre el amor, la humanidad y la conexión con los demás.
P.- El protagonista es un niño, un narrador con la inocencia para creer sin ver y con la valentía de preguntar lo que otros no se atreven. ¿Por qué alguien así para contar la historia?
R.- Siempre he intentado conservar la curiosidad que tenía de niño. Creo que ellos tienen una capacidad única para creer más allá de lo tangible. No necesitan tocar para creer, como Tomás, ni temen el rechazo o el juicio como Pedro al negar tres veces. Tienen ese descaro y esa valentía que los adultos solemos perder. Además, Jesús dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”. Me parecía justo que esta historia se contara desde esa perspectiva. Aunque el niño protagonista madura y enfrenta una crisis de fe, su pureza inicial permite que los lectores conecten con la historia de una manera muy directa.
P.- La crisis de fe del niño es un eje central en la trama. ¿Sabe también Christian Gálvez lo que es una “noche oscura”?
R.- La fe es algo humano y, como humanos, todos tenemos momentos de duda, como san Juan de la Cruz. ¡Obviamente! Incluso los apóstoles los tuvieron. La crisis de fe del niño refleja esa humanidad. La madurez muchas veces nos lleva a cuestionarnos todo, y eso es parte del crecimiento personal. Lo interesante no es tanto la crisis en sí, sino cómo la enfrentamos y qué aprendemos de ella. (…)
P.- Y a Christian Gálvez, ¿Jesús “te ha llamado por tu nombre”?
R.- A mí me ha llamado por mi nombre a través del amor, que es uno de los pilares de su mensaje: el amor, el perdón, la misericordia, la inclusión… Hubo un tiempo en mi vida en el que perdí la fe, no solo en Dios, sino también en mí mismo, en el trabajo, en la amistad, en el amor. Pero, gracias a mi mujer, recuperé todo eso. Ella me ayudó a reencontrarme con esos valores y con la fe religiosa. En cierto modo, este libro es una manera de expresar ese renacimiento personal. Creo que la fe, como el amor, no debe esconderse. Decir que soy un hombre de fe no hiere a nadie. Al contrario, es una invitación a la reflexión. (…)