El 41º Congreso Federal del PSOE celebrado en Sevilla entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre, no solo revalidó el liderazgo de Pedro Sánchez como secretario general, sino que actualizó el proyecto político del partido. La ponencia inicial solo hacía referencia a la Iglesia para proponer que en la equis de la declaración de la renta se sumaran otras casillas vinculadas, por ejemplo, al apoyo de la ciencia o a la defensa del medioambiente.
Sin embargo, las enmiendas presentadas y aprobadas por los compromisarios se tradujeron en algún que otro zarpazo a la Iglesia. La resolución final recoge la defensa de la laicidad del Estado “denunciando el Acuerdo de 1979 sobre asuntos educativos y culturales con la Santa Sede para proceder a su derogación”. Los socialistas retoman así una demanda histórica que aparece y desaparece de la hoja de ruta del partido, según quien lleve el timón de la formación. En el anterior congreso, se aludía a la necesidad de impulsar “nuevos acuerdos con la Santa Sede propios de nuestro tiempo”.
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Ahora, se pone el foco en reformar todo aquello que tiene que ver con la educación y preservar el patrimonio. Además, la nueva resolución subraya que se cumplirá “a rajatabla las políticas de neutralidad religiosa en actos públicos y de representación del Estado” con el fin de alentar “el respeto igualitario de todas las opciones religiosas, espirituales y morales de la ciudadanía”. Como novedad, está el empeño de impulsar “la reparación de las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica”.
Hacia la autofinanciación
Al igual que en anteriores ediciones, los socialistas se comprometen a “avanzar hacia el establecimiento de la autofinanciación de la Iglesia católica”. Eso sí, respecto al ‘cónclave’ socialista de 2021, desaparece la propuesta de crear una ley de Libertad de Conciencia, Religiosa y de Convicciones, un objetivo que estuvo a punto de hacerse realidad durante la etapa de Rodríguez Zapatero. En el foro valenciano también se planteaba revisar los bienes inmatriculados por la Iglesia durante la era Aznar, una tarea que el Ejecutivo de Sánchez ha llevado a cabo sin que quedara al descubierto un masivo registro de bienes ilegítimos como se preveía.
En cualquier caso, a través de su congreso, los socialistas han definido sus futuras líneas políticas y sociales de trabajo. Bajo el lema “España adelanta por la izquierda”, el PSOE reafirmó su compromiso con un modelo de país basado en la justicia social, la igualdad y el respeto a los derechos y libertades fundamentales.
En el Congreso, el partido también trató asuntos como la paz, vivienda digna y el freno a la ultraderecha, además de reafirmar la democracia interna del partido y su capacidad de actualización política en tiempos de desafíos tanto internos como externos.