Jorge Mario Bergoglio ha invitado este miércoles a los fieles durante la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI a reflexionar sobre la figura de Cristo como la meta y el camino de la peregrinación de la fe, comenzó con un enfoque especial en la infancia de Jesús, relatada en los evangelios de Mateo y Lucas. En este sentido, en la última catequesis del año valoró el papel de los padres como transmisores de dones y fe.
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La genealogía es un género literario, concretó el pontífice, “es una forma adecuada para transmitir un mensaje muy importante: nadie se da la vida a sí mismo, sino que la recibe como don de otros; en este caso, se trata del pueblo elegido, y de los que heredan el depósito de la fe de sus padres, al transmitir la vida a sus hijos, les transmiten también la fe en Dios“.
Francisco destacó que estas narraciones presentan aspectos únicos sobre la vida temprana de Jesús. Mientras que el evangelista Lucas relata los acontecimientos desde la perspectiva de María, Mateo lo hace a través de los ojos de José, subrayando su papel como padre legal de Jesús. “José injerta al Hijo de Dios en el tronco de la dinastía davídica“, explicó el Pontífice, recordando cómo la genealogía en el Evangelio de Mateo evidencia la conexión de Jesús con las promesas mesiánicas.
El Papa dedicó una parte significativa de su mensaje a reflexionar sobre las mujeres mencionadas en la genealogía de Jesús en el evangelio de Mateo (Tamar, Racab, Rut, Betsabé y María), cuyo nexo de unión era que fueron extranjeras. “Con María, no es ya el hombre quien protagoniza la generación, sino Dios mismo. Jesús es hijo de David, sí, pero también es hijo de mujeres extranjeras, llamado a ser luz para las naciones y Salvador del mundo”, dijo literalmente.
La identidad de Jesús
De tal modo, a su juicio, “a través de ellas, el mundo de los gentiles entra en la genealogía de Jesús, manifestando su misión universal”, citando palabras del papa emérito Benedicto XVI. Hizo especial hincapié en el papel especial de María, quien representa un nuevo comienzo: “En su historia ya no es la criatura humana la protagonista, sino Dios mismo“. Este detalle, explicó, refuerza la identidad de Jesús como verdadero Dios y verdadero hombre, consagrado a revelar el rostro del Padre.
Al concluir su catequesis, el Pontífice dirigió una especial bendición con motivo de la proximidad de la Navidad, animando a los fieles a mantener viva la tradición del Belén en sus hogares como “un modo sugestivo de recordar a Jesús que vino a habitar entre nosotros”. Además, hizo un ferviente llamado a orar por la paz en el mundo, mencionando particularmente a las naciones que actualmente sufren los estragos de la guerra, como Palestina, Israel, Ucrania y Myanmar. “La guerra es siempre una derrota”, reiteró con firmeza.