La imagen de la Virgen María embarazada de la catedral austriaca de Linz fue decapitada el pasado mes de julio. Desde este acto vandálico no se ha sabido nada sobre la cabeza cortada ni los posibles responsables. Ahora los investigadores han descartado a dos sospechosos tras el análisis de las huellas en la escultura. La imagen apenas estuvo expuesta cinco días ya que fue tildada por algunos colectivos de blasfema.
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La investigación continúa
Las autoridades tras el robo se centraron, desde el pasado mes de septiembre, en un hombre de 73 años de Linz y otro de 31 de Viena, según recoge katholisch.de a partir de informaciones del diario ‘Oberösterreichische Nachrichten’. Tras un análisis de huellas, las sospechas contra estos dos varones han sido descartadas, pero la investigación sobre esta estatua de madera de tilo continúa.
La policía sigue analizando “mucho material” incautado en este caso, según ha informado un portavoz de la policía. El mismo que afirmó que “basándonos en las pruebas, se puede descartar que fueran ellos”, sobre los sospechosos que uno de ellos fue sometido a un registro domiciliario y el análisis del teléfono móvil de uno de los dos hombres.