“En estos últimos días del año, a las puertas de la Navidad”, Entreculturas ha presentado este 19 de diciembre su campaña navideña bajo el lema “Hay lugar para la esperanza”. Y es que, como reivindica en un comunicado la entidad jesuita, aunque son estos tiempos convulsos en clave de humanidad, desde una óptica cristiana el mensaje solo puede ser uno: tener esperanza.
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Así lo defiende el director general de la ONG de la Compañía de Jesús, el jesuita Martín Iriberri: “A pesar del sufrimiento y del dolor que vivimos en estos tiempos, no renunciamos a la esperanza ni a su capacidad para promover el cambio, el desarrollo y la transformación”.
De la DANA a Ucrania
Entreculturas tampoco pierde de vista nuestra realidad nacional, marcada por “un momento difícil en el que la emergencia provocada por la DANA nos ha tocado de cerca, afectando a miles de personas en nuestro país”. Una “tragedia”, en definitiva, que “se suma a diferentes emergencias internacionales que llevan meses ocurriendo en el mundo, desde guerras y conflictos como los de Líbano, Gaza o Ucrania, hasta desastres climáticos como los de la Amazonía”.
Todas estas situaciones, para Martín Iriberri, “nos recuerdan hoy, más que nunca, que la búsqueda de la paz y de la justicia socioambiental debe estar en el centro de nuestro empeño por construir un futuro mejor”.
Crisis de refugiados
Así, siguiendo la estela de Francisco en su compromiso contra la injusticia climática, el director general de la entidad jesuita sostiene que “ese compromiso se nutre de la esperanza, de aquella que se refleja en la solidaridad que surge ante la dificultad; que aparece en la acogida a personas refugiadas y desplazadas por la violencia; que se transforma en el cuidado de la Casa común y la defensa de los derechos humanos”.
La propia Entreculturas busca encarnar todos estos valores con todas las personas a las que acompaña, en contextos vulnerables, en 43 países de África, América Latina, Asia y Europa.