El próximo 25 de diciembre, Sarria, en el Valle de Zuia, Álava, revivirá uno de los eventos más entrañables y esperados de la Navidad: el Belén Viviente. Este año marca su quincuagésima edición, un medio siglo de historia que ha convertido a esta iniciativa en un referente cultural y comunitario. Esta iniciativa será, como cada año, el día de Navidad a las 18:30h con un pase único por las calles del pueblo.
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Un origen humilde y creativo
La idea de llevar el Nacimiento de Jesús al aire libre surgió en diciembre de 1974, cuando el grupo de danzas Gaztedi Zuiatarra, bajo la dirección de Raquel Izaga, propuso una actividad innovadora. La falta de un espacio adecuado y la preparación limitada de los participantes llevaron a la decisión de trasladar la representación al exterior, eliminando los diálogos y adaptando melodías vascas y piezas originales de Luis Aramburu. Cayo Luis Vea-Murguía escribió las letras que fusionaban el relato evangélico con referencias a la vida rural y pastoral de la región.
Esta adaptación inicial pronto se convirtió en una tradición. En 1996, se incorporó una nueva escena que narra el empadronamiento de la Sagrada Familia de Nazaret, ampliando la riqueza narrativa del Belén. La evolución urbanística del pueblo exigió ajustes en el recorrido, pero desde hace 30 años, el evento se celebra en un itinerario asfaltado de un kilómetro y medio, consolidado entre la plaza central y el Puente Blanco que da acceso al Parque Natural del Gorbea.
Protagonismo popular y continuidad generacional
Cada 25 de diciembre, decenas de familias de los pueblos vecinos de Zuia se vuelcan en la organización y representación del Belén Viviente. Los personajes, que van desde pastores y lavanderas hasta panaderos y carpinteros, son encarnados por residentes de la zona, muchos de los cuales participan desde la infancia y ya lo hacen por cuarta generación. La decisión de que quienes interpreten a la Virgen María y a San José sean personas distintas cada año añade frescura a la tradición, mientras que el Niño Jesús es un bebé nacido ese mismo año en el Valle, lo que conecta aún más a las generaciones presentes con el relato bíblico.
El recorrido, que comienza a las 18:30 desde la Plaza de Sarria, lleva a los visitantes por las principales calles del pueblo, recreando la Jerusalén de hace más de 2.000 años. Los pastores y otros personajes se mueven entre los escenarios que simulan la vida en Belén, ofreciendo una experiencia única que combina la espiritualidad con la tradición cultural.
Como manda la tradición, la jornada culmina con una experiencia comunitaria especial: un chocolate caliente con bizcocho compartido por todos los asistentes, que celebran juntos la Navidad y el legado de este Belén Viviente. “Es un momento de comunión y encuentro que cierra la representación con un espíritu de alegría y paz”, afirman desde el obispado de Vitoria.
Visita especial del obispo
Coincidiendo con este 50 aniversario, el Obispo de Vitoria, Mons. Juan Carlos Elizalde, visitará por primera vez el Belén Viviente de Sarria. La visita de Elizalde, acompañado de la comunidad parroquial, subraya la relevancia espiritual de esta iniciativa que sigue conectando profundamente con la comunidad y la tradición cristiana local.