El Papa ha recibido esta mañana a los chavales de la Acción Católica de Italia
El Papa quiere una nueva generación de católicos que tengan capacidad de dejarse sorprender por Dios y por la vida. Es el encargo que planteó esta mañana los niños de la Acción Católica italiana, con quienes se reunió en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico.
En su alocución, Francisco les recordó que ser “pescadores de hombres” no significa ir a “cazar” personas. “Dios no quiere ‘capturar’ a nadie, porque respeta nuestra libertad”, explicó el Pontífice, que aclaro que “ofrece su amor y su salvación a todos, sin esperar nada a cambio y sin exclusión”.
Para ser “pescador de hombres” como Jesús, invitó a los presentes “contagiar la alegría y el asombro de su amor”. En este sentido, apeló a promover la capacidad de “sorprenderse” frente a la gente que vive continuamente “aburrida”, en un ambiente “monótono”. Adentrándose en el misterio de la Navidad, les planteó asomarse al belén con esa capacidad de contemplación y asombro: “La Navidad es una Buena Noticia, no se trata de cenar y nada más”.
Con este punto de partida, enfatizó que “toda nuestra vida es un don extraordinario”. Echando mano del beato Carlo Acutis, el joven italiano que será canonizado el próximo año, el Papa subrayó la necesidad de que ser “originales” y no “fotocopias”.
En su alocución les señaló que no se olviden de los necesitados: “¡Búscalos! Y dales tu amor, tu compañía y ayúdalos”. “Os animo a estar siempre cerca, en la oración y en la caridad, de quienes sufren, de tantos niños como vosotros que están enfermos por el hambre, la guerra, las enfermedades”, apuntó.
No se olvidó de hacer una referencia a un grupo de chavales de Ucrania presentes en la audiencia: “Los han traído para sacarlos de esa fea guerra”. “¿Sabías que los niños ucranianos que vivieron la guerra han olvidado su sonrisa? No saben sonreír”, lamentó el Papa.