En su tradicional mensaje de felicitación navideña, el obispo de Mallorca, Mons. Sebastià Taltavull, ha lanzado un mensaje profundamente humano y solidario. En un tono de cercanía y empatía, Taltavull ha recordado a los afectados por las recientes inundaciones provocadas por la DANA, así como a los migrantes y víctimas de las guerras. En sus palabras, hizo un llamado a encontrar esperanza y fortaleza en el espíritu de la Navidad, incluso en los momentos más difíciles. “Navidad también es para ellos y ellas, tienen todo el derecho a celebrarla”, afirmó, refiriéndose a quienes sufren las consecuencias de la adversidad, ya sea por desastres naturales, conflictos armados o situaciones de exclusión social.
Solidaridad con los damnificados y migrantes
El obispo no pasó por alto la tragedia que ha afectado a las familias damnificadas por la DANA, muchas de las cuales han perdido sus hogares y lo necesario para llevar una vida digna. También hizo énfasis en el drama de los migrantes, que se ven obligados a abandonar sus tierras en busca de seguridad y un futuro mejor, enfrentándose a riesgos extremos. “No olvidamos a los difuntos de la DANA, ni a las familias que han quedado afectadas. Tampoco a las víctimas de las guerras que hoy hieren a la humanidad. Queremos acoger a los migrantes que huyen de su tierra y son víctimas de la violencia”, declaró. Además, recordó a los enfermos y a quienes viven en la soledad o en condiciones de fragilidad, subrayando que la Navidad debe ser un tiempo para todos, sin excepciones.
Jesús como centro de la Navidad
El mensaje del prelado también estuvo impregnado de un llamado a volver a la esencia de la celebración navideña. Según Taltavull, poner a Jesucristo en el centro es la clave para iluminar la vida personal y la de quienes nos rodean. “Decimos con convicción y alegría que Él es la razón de nuestra esperanza”, afirmó, animando a vivir un encuentro auténtico con Jesús, cuya presencia puede traer consuelo y sentido a las dificultades. En este sentido, el obispo también destacó la importancia del Jubileo del año 2025 como una oportunidad para renovar la fe y el compromiso cristiano, haciéndolo un momento de “encuentro vivo y personal” con Cristo, quien describió como la “puerta” de la salvación.
Una Navidad de esperanza y luz
En un mundo marcado por la incertidumbre y el sufrimiento, el obispo de Mallorca propone mirar a la Navidad como un tiempo de esperanza y solidaridad. Su mensaje es un recordatorio de que la esencia de esta celebración trasciende lo material, invitando a todos a abrirse al amor, la empatía y la presencia transformadora de Jesús. Así, concluyó su reflexión invitando a todos a dejarse iluminar por la luz de Cristo: “Poner a Jesús en el centro de la Navidad es haber encontrado esta puerta a través de la que dejamos que, con la luz de su presencia, se ilumine nuestra vida y la de nuestro entorno”.
Una vez más, el obispo Taltavull ofrece un mensaje que, más allá de las palabras, impulsa a actuar con generosidad y esperanza, reafirmando que la Navidad, en su esencia, es para todos.