“Confieso que me gusta mucho el juego de la petanca”. Con estas palabras se presentó esta mañana el papa Francisco en la sala Clementina del Vaticano ante la numerosa comitiva de la Federación Italiana de Petanca, a quienes recibió esta mañana.
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En un discurso distendido, Jorge Mario Bergoglio reconoció su afición por esta práctica en tanto que “es un deporte ‘pobre’, comparado con el de las ‘estrellas’ con contratos multimillonarios, que siempre llenan los medios”. Así, puso énfasis en que los campeones de petanca “son empleados, o profesores, o fontaneros, en definitiva, gente normal que siente pasión por este juego, quizás un poco pasado de moda, pero tan rico en humanidad”.
Además, el Pontífice argentino puso en valor que es un deporte que asocia a la “amistad social”. “Hubo un tiempo en que estaba muy extendido en los pueblos, en el mundo rural, en todas partes había un campo de bolos, incluso en las parroquias”, reconoció, subrayando que “era una forma de estar juntos, de pasar tiempo en compañía, diversión sana y tranquila”.
De la misma manera, apreció que se haya abierto a las mujeres, a los jóvenes y las personas con discapacidad.