Suena de nuevo. Suena en todos los sitios. Suena y es imposible no tararear. Suena, cómo no, Mariah Carey: “I don’t want a lot for Christmas / There is just one thing I need / I don’t care about the presents underneath the Christmas tree / I just want you for my own / More than you could ever know / Make my wish come true / All I want for Christmas is you”. Suena desde primeros de noviembre. Suena como cada Navidad desde hace treinta años.
“Siempre he amado la Navidad y siempre he esperado estas fiestas con ansia, pero crecí sin tener mucho dinero y sin poder vivirla como los demás niños, tenía una familia increíblemente disfuncional que la arruinaba cada año. Quería que la Navidad fuera perfecta por muchas razones”, le contó la cantante norteamericana a ‘The New York Times’. En sus memorias, El significado de Mariah Carey (2020), ya lo expuso: “Me propuse crear mi propio pequeño mundo mágico y alegre de Navidad. Me centré en todas las cosas que mi madre se esforzaba por crear; todo lo que necesitaba era una lluvia de purpurina y un coro de iglesia para respaldarme”.
Mariah Carey (Long Island, Nueva York, 1969) compuso “All I want for Christmas is you” en el verano de 1994: era el segundo corte de un long play que ha hecho historia, titulado simplemente ‘Merry Christmas’, que vio la luz el 28 de octubre de aquel mismo año. “Escribí el principio y la parte de en medio con el teclado, un pequeño Casio, en el norte del estado de Nueva York, en una habitación sola de una pequeña casa. Empecé a pensar en todo lo relacionado con la Navidad y en cómo era crecer como una niña que ama la Navidad. Creo que por eso ‘Merry Christmas’ es un disco tan festivo”.
Tanto el público como la crítica, se rindieron ante aquellos diez temas que realmente eran una anomalía para una cantante que, con apenas 25 años, había logrado asaltar el mercado pop mundial con su tercer disco, ‘Music Box’ (1993), y su prodigiosa voz, los melismas, su registro de cinco octavas, superior a muchas sopranos. “Sentía que era demasiado pronto en mi carrera”, confesó Carey. “Hace veinte años, la música y los discos navideños no eran tan importantes como ahora –narró Walter Afanasieff, el letrista del famosísimo villancico, a la revista ‘Billboard’ en 2014–. Por aquel entonces, no había muchos artistas con un álbum de Navidad. No era para nada una ciencia exacta, y no había nadie sacando villancicos nuevos a lo grande. Así que íbamos a publicarlo como si fuese algo corriente. Oye, para que lo sepáis, hemos hecho un disco navideño. No tiene importancia”.
‘Merry Christmas’ fue, sin embargo, una revolución, un éxito descomunal que aún hoy se oye sin cesar: 18 millones de copias vendidas, un hito inédito para un elepé navideño. Entre versiones del “Silent Night” de Bing Crosby, del “Christmas (Baby Please Come Home)” de Darlene Love o del tradicional “Joy to the World”, aquel segundo corte, el gran “All I want for Christmas is you”, fue un impacto –todavía lo es– que ha atesorado todo tipo de elogios, hasta que ha quedado rebautizado como el villancico más popular escrito en los últimos cincuenta años: décimo single más vendido en todos los tiempos, 900 millones de reproducciones en Spotify, más de 680 millones en YouTube. Y que –cuenta ‘The Economist’– genera entre 2,5 y 3 millones de dólares al año, más de ochenta en derechos de autor desde aquella Navidad de hace tres décadas.