En un comunicado dirigido a los fieles católicos de todo el país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), compartió un mensaje de esperanza, unidad y fraternidad con motivo de la Navidad 2024.
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En medio de un año marcado por grandes desafíos como la violencia y el duelo en numerosas comunidades, los obispos exhortaron a las familias mexicanas a encontrar en el nacimiento de Jesús una fuente de consuelo.
El mensaje destaca la importancia de gestos solidarios y esfuerzos conjuntos para construir un México más justo y en paz, mientras se camina hacia los jubileos de 2031 y 2033, cuando se celebrarán 500 años de las Apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac y 2000 años de la Redención, respectivamente.
El Emmanuel sigue brillando
Tras hacer un llamado a escuchar, como los pastores, la voz del ángel y a no tener miedo, los obispos reconocieron que el 2024 fue un año particularmente difícil para los mexicanos, pues la violencia y el dolor tocaron a muchas comunidades y hogares.
Nacimiento navideño. Foto: EFE
“Sin embargo, como nos dice el profeta Isaías, ‘el pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz’ (Is 9,1). Esta luz sigue brillando entre nosotros, es el Emmanuel, Dios con nosotros”, apuntaron.
Y añadieron: “Dios no nos abandona jamás, al contrario, ha querido compartir nuestra vida, nuestras alegrías y nuestras tristezas. Como nos dice San Juan, ‘Y Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros’ (Jn 1,14). No vino con poder y riqueza, sino en la sencillez de un pesebre, para estar cerca de los más humildes”.
Los obispos aseguraron que Jesucristo se hace presente en “tantos gestos de solidaridad entre vecinos, en el trabajo incansable de quienes construyen la paz, en la generosidad de quienes comparten con los más necesitados, en la valentía de quienes defienden la verdad y la justicia”.
Actitudes para los jubileos 2031 y 2033
Luego de recordar que este 2025, año del Jubileo, el papa Francisco ha invitado a caminar como peregrinos de la esperanza, los obispos también exhortaron a los fieles a caminar juntos hacia los jubileos de 2031-2033, promoviendo las siguientes actitudes: “abrir nuestros corazones a la esperanza; fortalecer nuestro caminar como Iglesia que escucha y acompaña; construir puentes de diálogo donde hay división; impulsar gestos de paz en nuestras familias y comunidades, y acompañar con amor a quienes más nos necesitan”.
“Cada uno de nosotros puede ser ese mensajero que el profeta anuncia, llevando esperanza y consuelo a donde más se necesita”, concluyeron en su mensaje firmado por el Consejo de Presidencia de la CEM.
