A menos de un mes de que concluya su mandato, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció la conmutación de las penas de 37 de los 40 presos del llamado ‘corredor federal de la muerte’. Estas condenas fueron transformadas en cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional, marcando un hito en la política criminal del país.
En una nota publicada por Vatican News refiere lo señalado por el mandatario estadounidense a través de un comunicado: “No se equivoquen: condeno a estos asesinos, me duelen las víctimas de sus actos despreciables y me duelen todas las familias que han sufrido una pérdida inimaginable e irreparable”.
No obstante -añadió- “guiado por mi conciencia y mi experiencia… estoy más convencido que nunca, de que debemos poner fin al uso de la pena de muerte a nivel federal. En conciencia, no puedo quedarme al margen y dejar que una nueva administración reanude las ejecuciones que yo detuve”.
La decisión del presidente no puede ser revertida por su sucesor, incluso a pesar de las promesas de Donald Trump de reanudar las ejecuciones federales tras asumir el cargo el 20 de enero de 2025. Durante su mandato anterior, Trump retomó las ejecuciones federales después de casi dos décadas de moratoria, una política que Biden detuvo al llegar al poder.
Cabe mencionar que la medida no incluye a tres presos condenados por terrorismo y asesinatos masivos motivados por el odio, ni afecta a los más de 2,200 reclusos condenados a muerte en el ámbito estatal, sobre los cuales el presidente no tiene autoridad legal.
Previo a la decisión de Biden, desde el Vaticano, el día 8 de diciembre, en el Ángelus celebrado en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el papa Francisco hizo un llamado a rezar por los presos condenados a muerte en la Unión Americana.
“Recemos para que sus penas sean conmutadas o cambiadas” -dijo-, y días después, el Pontífice retomó la petición durante una llamada telefónica con el presidente estadounidense.
A su vez, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos también señaló que el presidente Biden tiene “una oportunidad extraordinaria para promover la causa de la dignidad humana“, conmutando todas las penas federales de muerte por penas de prisión, y perdonando la vida a los hombres que actualmente se encuentran en el corredor federal de la muerte.