El Patriarca Latino de Jerusalén logra llevar su felicitación de Navidad a la parroquia de la Sagrada Familia
El papa Francisco comenzaba el pasado sábado, 21 de diciembre, sus palabras navideñas a la Curia Romana informando que el día anterior al Patriarca Latino de Jerusalén “no le han dejado entrar en Gaza, aunque se lo habían prometido; además fueron bombardeados niños. Esto es crueldad. Esto no es guerra. Quiero decirlo porque conmueve el corazón”. Esta denuncia pública ha hecho su efecto y finalmente el cardenal Pierbattista Pizzaballa entró en la Franja este domingo.
Pizzaballa presidió la misa en la parroquia de la Sagrada Familia, a la que llevó algunos regalos para los niños. El Patriarca no había podido visitar este templo cristiano desde el pasado mes de mayo. En su homilía, publicada por el Patriarcado, destacó que la parroquia se ha convertido en “la luz de nuestra Iglesia en el mundo entero”. Y es que, lamentó, “durante el último año, hemos aprendido que no podemos confiar en los seres humanos”.
“No sé cuándo ni cómo terminará esta guerra, y cada vez que nos acercamos al final, parece que empecemos de nuevo. Pero tarde o temprano, la guerra terminará, y no debemos perder la esperanza. Cuando la guerra termine, lo reconstruiremos todo: nuestras escuelas, nuestros hospitales y nuestros hogares. Debemos seguir siendo resistentes y llenos de fuerza”, alentó el cardenal, que insistió: “Y repito: nunca os abandonaremos, y haremos todo lo posible para apoyaros y ayudaros”. Por ello pidió: “no debemos permitir que el odio se infiltre en nuestros corazones”.
Desde la otra parte, afirman que “el Estado de Israel toma medidas en cooperación con la comunidad cristiana para aliviar las condiciones para la población cristiana de la Franja de Gaza, incluida la coordinación de las salidas de la Franja de Gaza a terceros países”, han señalado por su parte en las redes sociales oficiales israelíes. El Gobierno de Israel ha protestado además por las palabras del Papa.