En sus palabras a los estudiantes, el Papa subrayó que Jesús es fuente de esperanza duradera, especialmente cuando los jóvenes se sienten débiles o confundidos. “Confía todo en Jesús en la oración”, señaló, añadiendo que Él les ayudará a descubrir el valor de la juventud como etapa única e irrepetible.
Refiriéndose a su exhortación postsinodal Christus Vivit, Francisco advirtió sobre los riesgos de afrontar la vida en soledad. Llamó a los estudiantes a fortalecer los lazos de amistad académica y social como un legado precioso de sus años universitarios. “Cuando os entusiasméis por la vida comunitaria, seréis capaces de hacer grandes sacrificios por los demás y por la comunidad”, aseguró.
Familia humana
Francisco destacó la necesidad urgente de ejemplos de solidaridad y esperanza en el contexto actual de violencia que afecta a tantas personas. En su mensaje expresó su confianza en que el testimonio de los jóvenes de valores evangélicos será inspirador para líderes religiosos y políticos de diferentes creencias y tradiciones. “Nuestra familia humana – recuerda el Papa – necesita ejemplos de solidaridad y esperanza en el contexto actual de violencia que afecta a tantos de nuestros hermanos y hermanas”.
En este sentido, el Papa animó a los jóvenes a desempeñar un papel activo en la construcción de un futuro basado en el diálogo, la comprensión mutua, la armonía fraterna y la justicia para todos. Su llamado resuena especialmente en la región de Palestina, un territorio marcado por tensiones y desafíos históricos: “Vuestro testimonio entusiasta de los valores perennes del Evangelio será un ejemplo para los líderes religiosos y políticos de diferentes creencias y tradiciones. De este modo, sin duda desempeñaréis un papel en la construcción de un futuro de diálogo, comprensión mutua, armonía fraterna y justicia para todos”.
Faro de esperanza
Situada en la ciudad donde nació Jesús, la Universidad de Belén tiene un papel clave en la promoción de la paz y la convivencia entre estudiantes de diversas creencias. Este contexto hace que el mensaje del Papa adquiera una relevancia especial para los jóvenes que buscan ser agentes de cambio en sus comunidades. En estas festividades navideñas, Francisco invitó a los estudiantes a ser portadores de esperanza y a vivir con entusiasmo los valores de la fe.